NACIONALES

Tratan inflamación
pélvica con oxigenación hiperbárica

Los resultados fueron dados a conocer ayer en el IV Congreso Panamericano de Medicina Hiperbárica. Más que curar, lo importante es prevenir


José A. de la Osa

Una experiencia cubana en el tratamiento con oxigenación hiperbárica de la inflamación pélvica aguda, fue presentada en el IV Congreso Panamericano de Medicina Hiperbárica, inaugurado ayer con las palabras del doctor Raúl Gómez Cabrera, director del Hospital Hermanos Ameijeiras.

Un primer episodio agudo puede pasar inadvertido, y entonces la inflamación se convierte en crónica.- Profesora Verena Ulloa.

De las 46 pacientes que han recibido este método terapéutico, mayoritariamente jóvenes entre 15 y 25 años, 44 fueron curadas. Las dos restantes requirieron tratamiento quirúrgico.

La doctora Verena Ulloa Cruz, profesora de Ginecobstetricia de la Facultad Calixto García de Ciudad de La Habana, comentó que en el momento actual la inflamación pélvica presenta una alta incidencia mundial, y también en nuestro país.

Esta enfermedad reviste problemas psicosociales por las secuelas severas que deja (esterilidad, por ejemplo) y también económicas, por el ausentismo que comporta para las mujeres enfermas.

En un aparte con Granma, la profesora Ulloa dijo que la llamada "promiscuidad sexual" viene cobrando un alto tributo sobre todo a la mujer, y señaló que dos bacterias principales que provocan esta infección son la Neisseria gonorrea y la clamidia, que se anidan en la vagina y cuello uterino, para luego ascender a los órganos superiores: ovarios, trompas.

Las lesiones que provoca el germen, subrayó, quedan para siempre en las trompas.

Citó como factores coadyuvantes a la aparición de la inflamación pélvica las relaciones sexuales precoces, la colocación de dispositivos intrauterinos en condiciones no adecuadas y las interrupciones de embarazo.

En cuanto a la regulación menstrual dijo que no se debe realizar más allá de las cinco semanas, porque se corre el riesgo de "dejar restos" que se infectan con posterioridad dando lugar a una infección aguda de la pelvis.

Los síntomas principales de esta enfermedad son dolor pelviano (bajo vientre), leucorrea, fiebre y pueden ocurrir sangramientos anormales.


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