Liberación de Fomento

Un amanecer diferente

ORIA DE LA CRUZ

SIGILOSA entreabrió la puerta de la sala, miró hacia ambos lados de la calle. Desde mi estatura de ocho años, no comprendí el brillo en los ojos de mi madre al descubrir, en el lateral del tostadero de café, a un grupo de hombres armados: "¡Sí, son los rebeldes!", dijo emocionada, mientras apretaba mi mano asida a su saya y mis hermanos se apresuraban para captar aquellas siluetas, envueltas por la neblina de un amanecer diferente para los fomentenses. Era el 16 de diciembre de 1958.


El 18 de diciembre, en la glorieta del parque, el Che, con voz entrecortada por el asma, anunció la justicia.

ANTES DE LA BATALLA

Las noticias sobre la llegada al Escambray de la Columna 8 Ciro Redondo, el 16 de octubre, al mando del Comandante Ernesto Che Guevara, estaban matizadas por la audición creciente de Radio Rebelde y las vivencias -tres días antes- de la operación del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, que retuvo durante algunas horas las ciudades de Fomento, Placetas y el poblado de Báez. En Fomento fue incendiada la Junta Electoral, la estación de ferrocarril y un prostíbulo, y rodeado y atacado el cuartel de la Guardia Rural. Entre susurros, crecía el ansia de libertad.

Por orden del Comandante en Jefe Fidel Castro, el Che asumió la jefatura del Frente Las Villas de las fuerzas del Movimiento 26 de Julio, e inició su labor unificadora, para vertebrar en un solo ejército las tropas rebeldes del centro del país, en función de los objetivos estratégicos trazados por la Comandancia General.

Apenas a diez días de su llegada, el 26 de octubre, combatientes del Directorio y de la Columna 8 atacaron y tomaron el cuartel de Güinía de Miranda, en el municipio de Fomento. Esa primera acción conjunta tuvo un saldo político favorable al demostrar la validez de la unidad.

El posterior establecimiento de la Comandancia de la Columna 8 en Caballete de Casa, a unos 20 kilómetros al sureste de Fomento, permitió crear una infraestructura de aseguramientos combativos, como planta de radio, escuela de reclutas, armería, hospital y otros servicios, para pasar a una guerra de posiciones. Poco tiempo después el Che adelantó su Comandancia para El Pedrero, pequeño poblado más cercano a la ciudad, que se convirtió en centro de dirección de la guerra.

CERCO Y COMBATE DE FOMENTO

El cerco comenzó con la ocupación del poblado de Agabama y el antiguo central Escambray. El ataque era inminente, los rebeldes estaban muy cerca y los fomentenses esperaban el desenlace definitivo.

El Che previó eficaces medidas de aseguramiento combativo, con la ubicación de pelotones en los accesos a la ciudad, para evitar el refuerzo del ejército batistiano: en el puente de Falcón, ubicado en la carretera central hacia Santa Clara, en el central Santa Isabel, en el poblado de Nazareno y el camino hacia Báez.

El enemigo pretendía con un esquema tradicional, sustentado en la ocupación de cuatro edificios de sólida construcción y el cuartel, enfrentar la ofensiva rebelde. Desde varias semanas antes la policía se refugió en su guarnición; las patrullas nocturnas se recogieron y en sus "refugios" los casquitos (soldados reclutados con premura) solo asomaban su rostro hasta el anochecer.

El Comandante Ernesto Che Guevara con su tropa entró a Fomento el 16, un día típico invernal. Patios y calles sirvieron de acceso para ocupar posiciones para el combate. La solidaridad y el cariño predominaron, y el frugal alimento de los hogares fomentenses fue compartido con orgullo.

El asedio al enemigo no se hizo esperar: el centro telefónico (donde se instaló la Comandancia), los altos de la emisora local, el hotel Florida. Un grupo de combatientes, integrados ya como Pelotón Suicida, al mando de Roberto Rodríguez (El Vaquerito), atacó el teatro Baroja, penúltimo reducto de las fuerzas de la tiranía. La simbiosis rebeldes-pueblo tuvo una de las más hermosas expresiones por esos días.

El cuartel ofreció resistencia, en espera de refuerzos. El Che se comunicó con el jefe del puesto instándolo a rendirse; se emplearon amplificadores desde donde se lo pedían personalidades locales, soldados prisioneros, familiares... El 18 de diciembre los soldados levantaron una bandera blanca, falsa señal de rendición; pero nada detuvo el empuje rebelde y, al atardecer, más veloz que el aire invernal, circuló la noticia.

El pueblo salió a la calle. Abrazos a conocidos y desconocidos, los niños vivían la euforia nunca vista... Lágrimas, banderas, himnos... ¡Libertad!. Después, las palabras del Che, en la glorieta del parque, hicieron realidad la leyenda; su voz entrecortada por el asma anunció la justicia.

Cifras que son razones

Antes de 1959:

- 18 médicos, tres clínicas privadas, una casa de socorro

- Solo estaba electrificado el centro urbano

- La educación no rebasaba el octavo grado

- Industria azucarera

- Solo una carretera

40 años después:

- 121 médicos (uno por cada 301,9 habitantes); 235 enfermeras; cinco hospitales; 74 consultorios (primer municipio del país cubierto con el servicio del Médico de la Familia); una clínica estomatológica, un gimnasio fisioterapéutico; un centro de medicina natural y tradicional; un policlínico integral; un hogar materno y uno de ancianos. Tasa de mortalidad infantil: 4,8

- 55 centros docentes (círculos infantiles, primarias, secundarias, preuniversitario, escuela especial, de oficios, de Economía, de adultos y politécnico agropecuario)

- Fábricas: de bicicletas y equipos electrodomésticos, de tabaco torcido para la exportación y de calzado. Un central refinería de azúcar. Además, la Empresa Municipal Agropecuaria.

- Cinco carreteras y están electrificados todos los poblados, incluidos los montañosos. Comunicación telefónica con todo el país y el mundo.

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