Aumentan presión sobre Japón para que tome medidas financieras

TOKIO, 16 de septiembre.-Estados Unidos y Gran Bretaña incrementaron su presión contra Japón para que apruebe rápidamente una legislación que ataje su crisis bancaria, renueve el sector financiero y saque a la economía de la recesión.

Según AFP, los llamamientos más estridentes provinieron del vicesecretario de Estado para Asuntos Económicos y Agrícolas de Estados Unidos, Stuart Eizenstat, y del ministro británico de Economía, Gordon Brown.

El grupo de los siete países más industrializados (G-7) pidió en Washington que las naciones desarrolladas apoyen medidas de crecimiento, y afirmó que ya no es necesario controlar estrechamente la inflación.

Eizenstat urgió al gubernamental Partido Liberal Demócrata a que se esfuerce en aprobar, junto a la oposición, el programa legislativo que acabe con los créditos morosos que lastran al sector bancario.

En tanto, un despacho de NTX da a conocer que el G-7 concretará a inicios de octubre próximo un plan coordinado de estabilización de mercados financieros globales, tras las turbulencias de las últimas semanas, pero no dio precisiones.

Según Michel Camdessus, director gerente del Fondo Monetario Internacional, este es el momento adecuado para una acción coordinada, que tiene como objetivo evitar un colapso económico de dimensiones estratosféricas.

Mientras, en Washington, los principales dirigentes financieros norteamericanos, Alan Greenspan -presidente de la Reserva Federal (Banco Central)- y Robert Rubin -secretario del Tesoro- hicieron una intervención ante el Congreso sin anunciar ninguna medida por parte de su gobierno ante la crisis mundial.

Según la agencia EFE, Greenspan no anunció la más mínima rebaja de los tipos de interés bancario, como se esperaba en los medios financieros, con el fin de promover el consumo y la producción.

Greenspan y Rubin se limitaron a describir los pasos que otros países deben dar para que se recupere la estabilidad económica y financiera mundial y a defender la absoluta libertad del flujo de capitales, que tantos especialistas señalan como uno de los factores de la crisis.

Para Rubin, la cooperación debe centrarse en el "fortalecimiento de los sistemas financieros de los mercados emergentes, la mayor transparencia de los sistemas bancarios y la participación de los inversores privados en la solución de las crisis".