Cítricos Ceiba celebra sus 30 años

Héctor Miranda

Hace 30 años el Plan Ceiba dejó de ser una quimera y sus plantaciones comenzaron a diseminarse por el oeste de La Habana hasta convertirse en el segundo polo citrícola del país, después de Jagüey Grande.

En estos años hubo momentos de esplendor, y otros donde el bejuco, el abandono y el descontrol amenazaron con la desaparición de la empresa. A tal punto que se registraron caídas records de unas 40 000 toneladas.

Solo dos datos para ilustrar: en la década del setenta se cosechaban más de 60 000 toneladas y en los inicios de los noventa la recogida no llegó a 30 000.

Con este antecedente, comenzó un período de renacimiento. Los hombres se vincularon a las áreas y el bejuco desapareció para dar paso a vigorosas plantaciones. Ya en 1997 se recolectaron 77 000 toneladas, cifra muy superior a la marca histórica anterior.

Este año el plan es de 80 000 y para el 2000 la aspiración es de un centenar de miles. Motivos más que suficientes para festejar los 30 años de fundada la empresa y enviar a Fidel, el precursor de los planes de cítricos, un mensaje ratificando el compromiso de todos sus trabajadores:

"La agricultura cubana y la habanera, en particular, reconocen en su inestimable esfuerzo y dedicación, el desarrollo logrado en estos duros años de trabajo, reconociéndolo como FUNDADOR de esta empresa e impulsor principal de la citricultura cubana."

Y dice más adelante: "...los trabajadores y todo el pueblo de Caimito sustentan el compromiso de lograr para el año 2000 lo que hace unos años parecía un sueño, llegar a las 100 000 toneladas..."

El acto de celebración de los 30 años de fundada Cítrico-Ceiba contó con la presencia de los miembros del Buró Político Alfredo Jordán y Pedro Sáez, ministro de la Agricultura y primer secretario del Partido en la provincia, respectivamente.

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