Mantendrá EE.UU. despliegue
militar en el Golfo

WASHINGTON, 16 de noviembre.-Pese a la decisión iraquí de reanudar la cooperación con la comisión especial de la ONU, William Cohen, secretario de Defensa de EE.UU., dijo hoy que su país mantendrá el arsenal bélico en la región.

"Por el momento, permanecerán las tropas que ya están destacadas allí. Las otras que están por llegar serán devueltas en los próximos días", dijo el alto funcionario, según un despacho de PL.

En una conferencia de prensa en el Pentágono, Cohen dijo que decidió revocar el mandato de despliegue militar de aproximadamente 4 000 soldados de las unidades de Fort Stewart, Georgia y Fort Bliss, Texas. Pero, alertó que esas fuerzas se mantendrán en estado de alarma de combate en espera del cumplimiento de la promesa de Saddam Hussein de acoger de vuelta a la UNSCOM.

La reciente decisión del presidente William Clinton de detener los bombardeos -dice por su parte DPA- fue tomada desoyendo a la mayoría de sus asesores, incluyendo la secretaria de Estado, Madeleine Albright, según publica hoy el Washington Post.

Citando fuentes anónimas, el diario afirma que Clinton también hizo caso omiso de las sugerencias del titular del Departamento de Defensa, William Cohen, y del jefe del estado mayor conjunto, Henry Shelton.

Entretanto, desde París otro despacho de PL, destaca la opinión de un experto en el sentido de que la postura de Estados Unidos respecto a Iraq tiene como clave central el interés en evitar que con el levantamiento de sanciones al país árabe desciendan los actuales precios internacionales del petróleo.

A juicio de Nicolas Sarkis, director de la publicación El petróleo y el gas árabes, que circula en la capital francesa, "a los aliados regionales de Washington no les interesa que se levante el embargo, porque eso les obligaría a reducir sus ventas".

De acuerdo con las medidas de restricción impuestas a Bagdad en 1991, la ONU implementó en diciembre de 1996 un programa denominado "petróleo por alimentos", mediante el cual se le permitió exportar una cantidad del crudo equivalente a 2 000 millones de dólares semestrales.

Una parte de ese monto se destina a la compra de alimentos y medicamentos para aliviar las enormes penurias que enfrenta la población iraquí desde las sanciones impuestas en 1990. Esa suma se incrementó a 5 200 millones en febrero último.

La producción actual del petróleo en Iraq, según expertos, es de un 1,3 y 1,6 millones de barriles por día, inferior en más de la mitad a los 3,5 millones de antes de 1991.

Para Sarkis "un levantamiento del embargo significaría una nueva caída de los precios internacionales del petróleo, pero ni a los norteamericanos les interesa que los precios del crudo sean débiles, ni ellos ni nadie quiere que se hundan".

DIVERSAS REACCIONES

Por otro lado, la decisión iraquí de admitir el regreso de los inspectores provocó diferentes reacciones; según ANSA, el premier británico, Anthony Blair, advirtió que la próxima vez que se bloqueen las labores de los inspectores "no habrá advertencias" y se pasará directamente a las armas.

Incluso el secretario general de la ONU, Kofi Annan, señaló a los dirigentes de Iraq que si no se ajustan a sus compromisos "puede que no exista una próxima vez" para "iniciativas diplomáticas y apelaciones".

Agrega ANSA que un centenar de expertos llegarán a Bagdad con una lista de documentos y de sitios para inspeccionar, algunos de los cuales estuvieron en el centro de la crisis de agosto cuando el gobierno rechazó en primera instancia cooperar con la UNSCOM.

Entretanto, Bagdad retornó hoy a su vida normal. Un primer grupo de unos 30 funcionarios del programa de ayuda humanitaria de la ONU, que habían abandonado la ciudad cinco días atrás, llegaron a la capital iraquí en un avión desde Amman; otros 130 trabajadores humanitarios llegaron a bordo de autobuses, también procedentes de Jordania.

Según un vocero de la ONU, todos los asistentes humanitarios reanudarán sus labores el martes (hoy), el mismo día en que retornarán los 12 inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), y 84 de los 100 expertos de la UNSCOM. Los restantes inspectores llegarán el miércoles