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CULTURALES |
Convocatoria al VI Congreso de la UNEAC
En vísperas de un fin de siglo que es fin de milenio, los escritores y artistas cubanos nos reuniremos en nuestro VI Congreso. En medio de los muy variados desafíos que enfrentamos, nos corresponde reflexionar sobre el profundo significado que ha tenido, para la nación y su cultura, la Revolución Cubana.
El diseño y la puesta en práctica de una política cultural con la más amplia convocatoria nos ha permitido llegar hasta aquí sin desviarnos de nuestro objetivo principal a pesar de las circunstancias adversas, los escasos recursos, los prejuicios o los errores en la aplicación práctica de esa política.
La fundación de un complejo sistema institucional ha favorecido el desarrollo de una variada y talentosa producción artística y literaria en nuestro país. El prestigio de sus exponentes crece en todo el mundo.
En tiempos difíciles la creación no ha mermado, y los escritores y artistas cubanos vivieron con intensidad cada etapa de su Revolución. Aun sin los materiales necesarios, se continuó trabajando, pues ha existido sobre todo la voluntad de hacer arte y no retroceder en la cultura.
El trabajo de los escritores y artistas no puede desvincularse de la política cultural, ni ésta de la política general del país, pues la cultura participa cada vez con mayor protagonismo en la resistencia y por tanto en las decisiones más importantes y estratégicas. Y no podía ser de otra manera, si tenemos en cuenta cómo la cultura cubana ha sabido asumir la defensa de los valores patrios, y nos ha permitido continuar adelante sobre la base de una unidad inquebrantable, fundada en la más amplia diversidad.
Hoy estamos obligados a pensar en el futuro y debemos trazarnos nuevos propósitos a tono con los tiempos en que vivimos y hemos de vivir en los próximos años.
Los avances de la ciencia y la técnica, así como el desarrollo de la industria cultural, nos sitúan ante la realidad de un mundo global, en el que se manifiestan tendencias de signo fuertemente hegemónico y autoritario. Se quiere impedir a los países con menos recursos participar con voz propia en esos procesos globalizadores, lo que contribuye a la dominación imperial.
Es necesario oponer al predominio neoliberal una globalización humanista, verdaderamente integradora y solo alcanzable si se respetan las diferentes culturas. Debemos luchar por hacer prevalecer la participación a partir de la identidad propia. Esta es una batalla a nivel de las conciencias, y por ello la cultura es su espacio natural.
En ese contexto nos corresponde fortalecer nuestra identidad cultural. El arte y la literatura reflejan la sociedad en que vivimos y actuamos, sus características, contradicciones y procesos, por lo que contribuyen a afianzar los valores en los que nos reconocemos; a crear sentimientos éticos y a consolidar nuestra pertenencia.
Al propio tiempo, nos reunimos para encontrar fórmulas que perfeccionen la promoción, permitan mejores condiciones al desempeño artístico y multipliquen el aporte de nuestra creación en consonancia con las proyecciones económicas y sociales del país.
Por vocación, probada históricamente, la cultura cubana asume la pluralidad y, frente a la globalización manipuladora, sus mejores representantes enriquecen la sensibilidad humana. La opción que hemos asumido es la defensa de la Nación cubana, y esa es la que nos une, al ser dueños de una amplia libertad creativa que propicia y hace aún más rigurosa y diversa nuestra alternativa.
El VI Congreso será el espacio para un intensa reflexión sobre la cultura cubana a la altura de los cruciales retos del presente y del futuro.
Consejo Nacional de la UNEAC
La Habana, Cuba,
9 de junio de 1998