INTERNACIONALES

Reportes desde Ginebra

Mientras más se globalice este mundo,
más obligados estamos a pensar
en términos mundiales y en la humanidad

Expresó el Comandante en Jefe Fidel Castro durante un encuentro con diplomáticos y profesionales de diversos sectores del cantón ginebrino. Se reunirá hoy con parlamentarios y representantes de las asociaciones de amistad con Cuba


Susana Lee,
enviada especial

GINEBRA, mayo 15.-Vivimos en un mundo que aunque podamos estar inconformes con muchas cosas que puedan ocurrir en muchos países, es necesario luchar y trabajar con todos ellos, y tratar de unir al mayor número posible para encontrar soluciones a los problemas de nuestro mundo hoy y, lo más importante, a los problemas del mundo de mañana porque mientras más se globalice este mundo, más obligados estamos a pensar en términos mundiales y en la humanidad, afirmó el Comandante en Jefe Fidel Castro durante el encuentro que sostuvo ayer con alrededor de 500 miembros del Club Diplomático de Ginebra y del Forum Suizo de Política Internacional.

Representación del globo terráqueo con los símbolos del zodiaco, esculpida en metal en 1936 y donada por la Fundación Woodrow Wilson a la sede de la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra.

A esas instituciones están asociados representantes diplomáticos y consulares de las misiones acreditadas ante los organismos internacionales de las Naciones Unidas radicados aquí, y profesionales de diversos sectores económicos y sociales de este cantón (provincia) suizo.

A su llegada a una de las salas de reuniones del hotel Presidente Wilson poco después de las 6 de la tarde, Fidel fue recibido por la directiva del Club, encabezada por su presidente, Dominique Föllmi, quien tuvo a su cargo las palabras de bienvenida al Jefe de la Revolución; por Alain Nicollier, coordinador del Forum; y por Víctor Rodríguez, embajador alterno de Venezuela, quien trasmitió un saludo de los representantes del Grupo Latinoamericano aquí.

Una síntesis biográfica del Presidente cubano, que a modo de presentación a su auditorio leyera Föllmi, dio pie al inicio de la intervención de Fidel para rectificar algunos de los datos ofrecidos que de paso propiciaron, por el hecho mismo de ser biográficos, que su auditorio conociera algunos aspectos de su vida de los menos conocidos y elementos históricos que sustentan la resistencia y el heroísmo del pueblo cubano en estos casi 40 años de proceso revolucionario.

En tal sentido aclaró que no fue él quien fundara el Partido del Pueblo Cubano en 1948, del que fue en aquella época un modesto militante de 22 años; que en 1953 no participó en un golpe de estado, sino que fue una acción revolucionaria contra los que habían dado un golpe de estado; y que no se le podía atribuir la solución de la Crisis de Octubre en 1962, pues precisamente, como recogen los testimonios de aquellos acontecimientos, la forma en que se resolvió esa situación lo que le causó fue disgusto, irritación, indignación y motivó su protesta por haberse adoptado precipitadamente una decisión de la Unión Soviética con Estados Unidos sin consultar con Cuba, sobre lo cual brindó una amplia explicación de sus causas, consecuencias y la posición de principios mantenida por nuestro país.

Edificio principal del conjunto de instalaciones conocido como Palacio de las Naciones, donde se celebran las conferencias y reuniones fundamentales de las organizaciones, comisiones y agencias radicadas en Ginebra del sistema de Naciones Unidas.

Con posterioridad Fidel explicó al auditorio las razones de su estancia en Ginebra -participar en las reuniones de la OMS y la OMC- y concentró el resto de sus palabras al tema escogido para su intervención en este encuentro: el fenómeno de la globalización neoliberal que está teniendo lugar en el mundo de manera indetenible.

Con su proverbial optimismo, el Comandante en Jefe compartió con los presentes sus reflexiones acerca de la situación en que vive hoy la humanidad. A la inmensa mayoría del mundo hoy, que es pobre, planteó, se le llama países en desarrollo, pero es un eufemismo porque si la diferencia entre los países más pobres y más ricos crece y si de lo que se habló siempre fue de un desarrollo de las naciones del Tercer Mundo que les permitiera acercarse a los niveles de los desarrollados, tenemos que llamarlo no un mundo en desarrollo sino más bien un mundo en subdesarrollo desde el punto de vista económico.

En su intervención se refirió a los terribles males que aquejan a la inmensa parte de la población del planeta y expresó su criterio de que se pudieran satisfacer sus necesidades materiales y espirituales; que el medio ambiente puede preservarse y los problemas alimentarios pueden resolverse. Ahora bien, precisó, no se van a resolver a partir de las concepciones que hoy prevalecen en el mundo.

Sus palabras, sustentadas en profusión de argumentos, fueron seguidas con mucha atención por los asistentes, quienes en no pocas oportunidades aplaudieron conceptos y valoraciones expresados por Fidel alrededor de las problemáticas económica en general, cultural, de la información, la computación y las comunicaciones y otras, que están conduciendo al mundo a una crisis financiera de magnitudes insospechadas, a la cual, de acuerdo con los acontecimientos más recientes en el sudeste asiático, ni siquiera escaparían los propios Estados Unidos.

Finalizada su exposición de hora y media, el Presidente cubano respondió preguntas sobre la situación del medio ambiente y la contaminación y acerca de sus consideraciones sobre cómo resolver los dramáticos problemas que afectan el mundo.

La última de las interrogantes la formuló un abogado cubano, oriundo de Cojímar y radicado desde hace siete años en Europa, que se interesó por la apertura a la inversión extranjera en Cuba a partir de su deseo de promoverlas entre hombres de negocios suizos y de otras naciones europeas.

El Comandante en Jefe sostuvo un animado diálogo con su interlocutor a quien enumeró las facilidades que se ofrecen en el país a los interesados en aportar capital, tecnología y mercados y asociarse en negocios con entidades cubanas.

El intercambio finalizó con un cerrado aplauso, cuando Fidel le preguntó si había logrado ahorrar algún capital para invertir, a lo que respondió que el único que poseía era el deseo de ayudar a su país y el Comandante en Jefe afirmó: Ese es un gran capital. Concluida la actividad al filo de las 9 de la noche, Alain Nicollier, coordinador del Forum Suizo de Política Internacional, felicitó a Fidel por su "brillante conferencia", le agradeció por el tiempo dedicado a este contacto con una representación de la población ginebrina y le obsequió "como recuerdo de este encuentro, un producto tradicional de mi país, un reloj del arquitecto y artista suizo Mario Botta".

Mientras se dirigía a la salida de la sala, Fidel fue rodeado por numerosos participantes que buscaron un contacto más personal con el Jefe de la Revolución, quien conversó con varios de ellos -suizos y residentes latinoamericanos en Ginebra-, estrechó infinidad de manos y en medio de jocosos comentarios firmó no pocos libros y papeles de insistentes personas que no quisieron desaprovechar esta "oportunidad única", como varios de ellos me comentaron una vez que lo lograron.

Acompañaron al Comandante en Jefe en esta actividad, el canciller Roberto Robaina; el secretario del Consejo de Estado, José M. Miyar y Felipe Pérez Roque, integrante del Consejo de Estado; el ministro de Salud Pública, Carlos Dotre, quien preside aquí la delegación cubana a la 51 Asamblea Mundial de la Salud que concluirá sus sesiones hoy (sábado), y los demás integrantes de la comitiva que ha participado en la reunión de la Organización Mundial de la Salud; el ministro de Comercio Exterior, Ricardo Cabrisas, quien llegó ayer a esta ciudad para encabezar la representación de Cuba a la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio que tendrá lugar del 18 al 20 próximo; y el embajador cubano ante los organismos internacionales de las Naciones Unidas en Ginebra, Carlos Amat.

De acuerdo con el programa, en su cuarto día de estancia en esta ciudad, Fidel se reunirá hoy con el Presidente del Parlamento Suizo y con un grupo de parlamentarios de la Confederación Helvética que visitará a Cuba la semana próxima.

Igualmente sostendrá un encuentro con representantes de varias organizaciones de solidaridad con Cuba.

OPINAN PARTICIPANTES EN LA CONFERENCIA

André Schneider, vicepresidente del Club Diplomático de Ginebra: La intervención del Presidente Fidel Castro fue muy interesante y muy clara, y resultó fascinante para todo el auditorio, incluso observé que los fotorreporteros olvidaron su trabajo de tan atentos que estaban a sus palabras. Pienso que su discurso de esta tarde será muy recordado por todos los que lo escuchamos. Tan pronto terminó conversé con varios embajadores y todos me manifestaron la muy positiva impresión que les causó su conferencia. Realmente no fueron pocos los que querían hacerle preguntas pero se vieron limitados por las funciones diplomáticas que desempeñan, pero sí coincidieron muy entusiasmados en su valoración de que la presencia aquí del Presidente y sus palabras fueron extremadamente positivas. Es un extraordinario orador.

Alain Nicollier, coordinador del Forum Suizo de Política Internacional: Fue un discurso excelente, que se pudo apreciar en el silencio que se hizo en la sala para seguir sus palabras y en el entusiasmo con que fue aplaudido varias veces durante su intervención. Para nosotros esta conferencia del Presidente de Cuba fue un puente entre la Ginebra internacional y la Ginebra del pueblo, porque aquí nos reunimos para escucharla diplomáticos y profesionales de la ciudad que integramos dos asociaciones: el Club Diplomático que tiene alrededor de 900 miembros y el Forum, del que forman parte unos 300.

Gustavo y Pedro Diez, estudiantes de Derecho y Diplomacia, respectivamente, en la Universidad de Ginebra e hijos del representante de Bolivia ante los organismos de Naciones Unidas en esta ciudad: Fue una experiencia muy buena. El Presidente Fidel Castro es una persona excepcional que los cubanos deben proteger porque como él no hay otro en América Latina. Todo lo que dijo es verdadero, sobre todo en cuanto a la realidad que vive América Latina. Es un magnífico orador que trasmite argumentos muy convincentes. Reforzó nuestra convicción de que Fidel Castro es el único y verdadero hombre político en este momento porque tiene una gran personalidad, un carisma extraordinario y siempre mantiene sus ideas y sus convicciones.


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