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ABRECARTAS
A cargo de Guillermo Cabrera Alvarez
RESPUESTA DEL BANCO CENTRAL DE CUBA
Nos referimos a la nota publicada en la sección Abrecartas bajo el titulo "El quilo tiene vuelto", a partir de la carta enviada por el compañero J.J. Armiñana R., Santa Clara, Villa Clara.
Ante todo debemos aclarar que la única moneda metálica de curso legal que presenta escasez debido a que no hay en estos momentos existencia suficientes es la de 1 centavo. De todas las demás denominaciones hay las cantidades necesarias en las sucursales Bancarias y las Empresas pueden obtenerlas para responder a la obligación en que están de dar los vueltos correspondientes a sus clientes.
¿Qué ocurre con el centavo? No regresa a las cajas de los bancos, es decir, se inyecta en la circulación y es necesario fabricarlos nuevamente para que no regresen apenas. Ello por supuesto, representa una erogación constante de divisas.
Es real lo que refiere el compañero Armiñana en su escrito en cuanto al centavo. Quienes no dan el vuelto se apropian de esa cifra, que al cierre de las operaciones de cada día arroja importes dignos de tenerse en cuenta.
Por lo tanto, estamos procediendo en dos direcciones de común acuerdo con el Ministerio de Finanzas y Precios y el Banco Central de Cuba. Por una parte, se trabaja en el ajuste de los precios, de manera que se minimice la utilización del centavo, lo cual requiere de un trabajo complicado debido a las diferentes variantes que pueden presentarse aunque se redondee el precio por artículo, en dependencia de las unidades de medidas aplicadas y las cantidades que se adquieran de cada mercancía. Incluso, por territorios hay diferencias en el país.
Por otra parte, una vez que se logre reducir las cantidades de monedas de 0.01 centavo a niveles mínimos, se continuarán importando los discos metálicos necesarios para fabricar esta moneda y mantener los cambios. Estamos precisamente en el proceso de acuñación de esas monedas.
Al calor de la carta del compañero Armiñana y su publicación en la sección Abrecartas, consideramos conveniente reiterar a la población que nada exime a los establecimientos que brindan bienes y servicios de dar los vueltos. Que los bancos tienen las fraccionarias necesarias, por lo que deben acudir a ellos y solicitarlas y, salvo el caso del centavo que pensamos resolver en breve con las medidas que se están adoptando, las restantes denominaciones están disponibles.
Tan pronto se normalice el suministro de centavos lo informaremos a la población a través de la prensa, para que también esa moneda sea reclamada y desaparezca el pretexto al que muchas veces se acude.
Gracias a la sección Abrecartas y al compañero Armiñana por su llamado de atención y preocupación del problema, que no solo es económico sino también moral y así lo consideramos.
(Jacobo Peison Weiner, vicepresidente)