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Langosteros
Inconformidad a pesar de los resultados
Emilio del Barrio Menéndez
Este junio puede ser el más productivo de la década. Debe aportar varios millones de dólares al país.
Los primeros diez días del levante de veda de la langosta de la campaña 98-99, por un lado, revelan resultados alentadores y, por otro, provocan inconformidad, de la sana, de la que hay que estimular.
La captura de esta decena inicial -668 t- significa el 194 por ciento del real del mismo período de la temporada anterior.
Tal comportamiento permite asegurar, sin margen a la equivocación, que al cumplirse los primeros 15 días del levante el acumulado rebasará las 1 000 t, lo que superará en más de 200 t la mejor primera quincena de la década, la de junio de 1991.
A pesar de estos resultados, existe inconformidad entre los langosteros, pues según afirman, podrían ser mucho mejores si en todas las asociaciones pesqueras en faena, el esfuerzo hubiera sido parejo.
Los altos niveles diarios de barcos capturando y entregando en los centros de acopio alcanzados por la Isla de la Juventud y Batabanó, no se logran por las flotas de Pinar del Río, la mayor, y de Villa Clara, las cuales, sin duda alguna, han dejado animales en la mar que pudieron haberse acopiado, procesado y vendido.
Durante un análisis crítico del comportamiento del período, se llegó a la conclusión que atendiendo a la preparación del levante no hay nada material que impida hacer un esfuerzo grande, como el de la Isla de la Juventud y Batabanó, "por tanto solo queda una alternativa para cumplir con el país: todos los barcos en la mar, pescando y entregando cada día.".
En las próximas horas las flotas de Casilda, Santa Cruz del Sur y Niquero -la veda se levanta en sus áreas el 15 de junio-, comenzarán las capturas. Entre las tres asociaciones y sus organizaciones económicas estatales capturan el 30 por ciento del total del país.
Por tanto, en breve todas las flotas estarán capturando con una fecha y una cifra fijas en la mente: cerrar junio con 2 500 t. De ser así, sería el junio más productivo de la década.
Como es de suponer trabajar por tal volumen no es voluntarismo, es factibilidad; no es capricho, es necesidad. Atendiendo a los precios del mercado internacional, tal tonelaje una vez comercializado, le reportará al país en breve plazo ingresos por varios millones de dólares, los cuales se emplean para el beneficio de todos.
Junio es el mes más productivo del año, no se puede desperdiciar, lo que se deja de hacer, cuesta mucho trabajo y recursos tratar de compensarlo. De ahí su importancia.