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II Frente Oriental Frank País
La epopeya de hace
40 años, vive en los combatientes de siemprePresidieron Raúl y Almeida acto central. Lo resumió Machado Ventura
Orlando Guevara Núñez
MAYARI ARRIBA, Santiago de Cuba.-"Un día como hoy, nuestro pueblo no recuerda simplemente el pasado, su lección heroica se proyecta al presente y al futuro. Su mandato patriótico y su llamado a la resistencia se refuerzan en estos tiempos difíciles", expresó José Ramón Machado Ventura, integrante del Buró Político, al resumir aquí el acto conmemorativo por el aniversario 40 de la fundación del II Frente Oriental Frank País, celebrado en el polígono del mausoleo que acoge los restos de los combatientes caídos durante la guerra en este territorio rebelde.
La ceremonia fue presidida por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Segundo Secretario del Comité Central del Partido y Ministro de las FAR, y el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, junto a otros integrantes del Buró Político, del Comité Central, oficiales de las FAR y el MININT, combatientes del II Frente y otros dirigentes.
Una ofrenda floral en nombre del pueblo de Cuba fue depositada en el mausoleo, con la presencia de Raúl y Almeida. A continuación se efectuó una revista militar integrada por bloques de los combatientes del Ejército Oriental, Tropas Especiales, la Policía Nacional Revolucionaria, Camilitos y las Milicias de Tropas Territoriales.
En nombre del pueblo del II Frente, habló la joven doctora Ileana Thaureaux, médica de la familia, quien se refirió a la pobreza, miseria y abandono que en el pasado sufrieron los pobladores de esa región montañosa, así como a las transformaciones realizadas por la Revolución y la forma en que el pueblo construye y defiende la obra conquistada.
En su discurso de clausura, Machado Ventura, fundador del II Frente, afirmó que estos años difíciles han constituido otra prueba contundente de que la Revolución cubana es una sola. Esa verdad explica -dijo- que la epopeya por la liberación, que alcanzó su punto culminante hace cuatro décadas, esté fundida en una sola pieza con la gesta independentista del pasado siglo y con las no menos difíciles batallas de hoy por salvar la Patria, la Revolución y el Socialismo.
Rememoró, además, cómo el heroico sacrificio del Ejército Libertador mambí sucumbió ante el oportunismo rapaz del naciente imperialismo yanki, así como los efectos de la macabra reconcentración de Weyler, causante de la muerte, solo en 1898, de más de 109 000 cubanos. Más adelante aseveró que medio siglo después, la voluntad de los asaltantes del Moncada y posteriormente de los expedicionarios del Granma, fue terreno fértil para el espíritu irredento sembrado por los próceres.
Al referirse a la etapa en que se crea el nuevo territorio rebelde, quien fuera también jefe de Sanidad del II Frente Oriental, expresó que la presencia de Fidel por más de un año en los picos de la Sierra Maestra, sobrepasó la leyenda y se convirtió en factor combativo principal de la lucha contra la tiranía, y la influencia del Ejército Rebelde se proyectó hacia todo el territorio nacional, a la vez que los combatientes clandestinos estremecían con sus acciones los cimientos de la tiranía.
Afirmó luego que en el rigor de la escuela fidelista, basada ante todo en el ejemplo personal, se formaron los hombres que fundaron el II y III Frentes, fragua heroica de la que surgieron Raúl y Almeida, jefes designados para cumplir tan honrosa misión y los demás oficiales y combatientes que los acompañaron.
La creación del II Frente -señaló- resultaba especialmente compleja y el Comandante en Jefe estaba consciente de cuánto podía significar el éxito de esta empresa para el futuro de la Revolución y también de las consecuencias negativas que implicaría un revés en este empeño. Al enumerar las causas por las cuales fue escogido Raúl para la jefatura de este Frente, afirmó: "Quién mejor que Raúl para enfrentar aquel difícil reto, un veterano del Moncada y del Granma, un dirigente revolucionario probado en los rigores del combate, la prisión, la lucha política y el exilio; uno de los jefes que supo sobreponerse al revés de Alegría de Pío y que se había fogueado en la dura escuela de la Sierra; un hombre de elevada experiencia y capacidad probada por el infalible examen de la guerra".
En otra parte de su discurso, Machado Ventura se refirió a que por primera vez en nuestra historia la sangre de los héroes no se derramó en vano y la obra de la Revolución se extendió y llegó, en primer lugar, a los desposeídos y esquilmados de siempre. Agregó que en este mausoleo, como testigos y jueces de nuestros actos, descansan cientos de combatientes que entregaron sus vidas por la libertad de la Patria y aún los nombres de Ciro Frías, Pedrín Sotto Alba, Emilio Bárcenas Pier, Andrés Chongo, Patricio Sierralta, Francisco Castro Ceruto, Asdrúbal López, Raúl Perozo y demás héroes caídos en combate, estremecen estos montes y valles.
Todavía la epopeya de hace 40 años vive en los combatientes de siempre, en los miles de hombres y mujeres que en campos y ciudades hablan de Efigenio, Aníbal, Filiberto, Tomassevich, Pena, Furry, Villa, Lussón y otros, dijo Machado Ventura, afirmando luego que las nuevas y futuras generaciones de cubanos que no conocieron la experiencia del II Frente, son dignos herederos de la gloria vivida.
BREVE ENCUENTRO DE RAUL CON LA PRENSA
Terminado el acto, el General de Ejército Raúl Castro Ruz saludó a los representantes de la prensa cubana y sostuvo con ellos un animado diálogo.
El jefe del II Frente Oriental, al comentar sobre la insistente lluvia durante el desarrollo del acto, rememoró los días de la guerra, sobre todo en la Sierra Maestra, que a veces transcurrían con mucho frío, hambre y humedad.
Recordó las largas caminatas durante la lucha guerrillera, las buenas condiciones físicas de los combatientes, y puso como ejemplo el ascenso a la loma nombrada Saca Lengua, donde los prácticos eran quienes solicitaban un descanso. Apuntó que en esa ocasión se dirigían hacia Moa después de recibir un aviso de que llegaría por allí un avión con armas, lo que en realidad no se produjo. Explicó que finalmente se alegró de que ese avión no llegara y lo hiciera por Cienaguilla, pues las armas que traía les eran entonces más útiles a Fidel, por ese, el territorio contra el cual se dirigían las fuerzas principales de la ofensiva enemiga.
Basándose en el relato de la doctora Ileana Thaureaux, sobre el hecho de que en el año precedente a la creación del II Frente allí, en el Valle de Mayarí falleció alrededor del 80 por ciento de los niños recién nacidos y menores de un año, Raúl recordó el acontecimiento y pidió a Machado Ventura se refiriera al hecho. Machado testimonió que las madres iban a verlo aterrorizadas porque el año anterior se habían muerto allí casi todos los niños, como consecuencia de una epidemia de gastroenteritis.
Raúl comentó que en esa época, cuando se le preguntaba a una madre cuántos hijos tenía, la respuesta era cuatro, cinco, seis, siete "gozados" porque otros habían fallecido.
En otro momento del diálogo, el Segundo Secretario del Comité Central del Partido se refirió a la necesidad de seguir fortaleciendo la defensa y producir más alimentos para no tener que racionarlos.