 Señales preocupantes en economía norteamericana
WASHINGTON, 9 de diciembre.-Después de siete años de expansión
económica, Estados Unidos comenzó a sentir los efectos de la crisis financiera
internacional, aunque los analistas suponen que el fenómeno no llegue a la recesión.
La agencia AFP, tras enumerar las últimas medidas tomadas por la
Reserva Federal norteamericana de bajar los tipos de interés, recordó que la bolsa
neoyorquina logró recuperarse después de las importantes pérdidas del verano pasado y
hubo un repunte en los gastos de consumo interno, pero la vicepresidenta de la Reserva
Federal, Alice Rivlin, reconoció la existencia de "señales de que la actividad se
vuelve más lenta".
Hasta el momento, la crisis afectó sobre todo al sector
manufacturero, muy dependiente de las exportaciones que sufrieron un fuerte retroceso en
Asia.
Igualmente, en América Latina la fuga de capitales generada por la
desconfianza de los inversionistas podría cerrar también importantes mercados para las
empresas norteamericanas.
Según AFP, la merma de las exportaciones acarreó la supresión de
unos 200 000 puestos de trabajo en el sector industrial en los últimos seis meses y las
empresas tienen cada vez más dificultades para obtener fondos a causa de las condiciones
de crédito impuestas por las instituciones financieras, traumatizadas por la decisión
unilateral rusa de suspender el reembolso de su deuda externa en el pasado verano.
Con este trasfondo, las empresas estadounidenses posiblemente
procedan a nuevas reducciones de plantilla y el índice de desempleo podría subir de un
4,6 a un 5,5 por ciento (o incluso a un 6,0 por ciento) antes de fines de 1999, lo que
provocaría una reducción del consumo, que constituye, junto con el comercio exterior, el
principal motor del crecimiento.
AFP añade que algunos bancos comerciales se preparan para un año
con crecimiento cero, pero la mayoría de los analistas apuestan por un crecimiento del
Producto Interno Bruto del 2,1 por ciento contra el 3,5 de este año.
Otros, sin embargo, se preguntan sobre las consecuencias de la
política de flexibilización del crédito de la Reserva Federal, pues consideran que
alienta de hecho el surgimiento de una nueva burbuja especulativa, como lo demuestra el
fuerte repunte de las bolsas norteamericanas y mundiales en las últimas semanas. |