"Quiero dar las gracias y decirles que siempre
estarán en nuestros corazones", dijo antes de contestar la primera
pregunta.
—¿Qué importancia concede usted a la CELAC y a
esta segunda cumbre que tiene lugar en La Habana?
—Este espacio de la CELAC está hecho para que 33
países se encuentren, debatan sus problemas y aporten ideas para el
desarrollo regional. Por ejemplo, en esta II Cumbre los temas son el
hambre, la pobreza y las desigualdades, que son plagas que están
terminando con el mundo.
"Y al juntarnos, nos reforzamos unos a otros, y
podemos gozar de la experiencia de los demás, fortalecer la
cooperación.
"La CELAC es un espacio que todos necesitaban,
algo que debíamos tener ya para luchar contra esas plagas.
"En Haití, estos temas son justamente los que nos
impiden progresar, mientras sabemos las posibilidades que tenemos en
el campo agropecuario. Y a través de la CELAC encontramos a personas
que estarían interesadas en apoyarnos, y algunos fondos necesarios
para poder invertir en estos campos.
—Han transcurrido cuatro años desde el terremoto
que devastó su país. ¿Cuánto se ha recuperado Haití?
—Gracias a nuestros socios hemos hechos grandes
adelantos. En un primer momento se habló de los fondos que fueron
otorgados a Haití, se hablaba de 4 mil millones de dólares.
"Pero esos fondos nunca fueron asignados a Haití
a través de su gobierno, sino más bien de ONG y organizaciones
privadas que se beneficiaron de ese dinero. Y no hace falta decirles
que no había ninguna armonía en las inversiones que se hacían.
"En Haití no teníamos la costumbre de los
terremotos, y al principio hicimos intervenciones únicamente para
sobrevivir. Esos 4 mil millones no fueron invertidos en campos que
podían ayudar a elevarnos. Ese dinero más bien lo invirtieron en
alojar a los damnificados debajo de las carpas, y aportarles
alimentos y agua. Pero la reconstrucción real tiene que hacerse; ya
lo hemos iniciado, pero falta mucho por hacer.
"La ayuda de nuestros hermanos cubanos fue mucha
después del terremoto, sobre todo en las zonas rurales, donde la
mayoría de las personas ni tenía acceso a los servicios de salud; y
también durante la epidemia del cólera.
"Hoy en día tomamos tiempo para planificar el
tema de la reforestación, siempre con la ayuda de los cubanos.
Varios expertos han llegado a Haití para hacer una evaluación de la
situación y hacernos propuestas.
"Hablando de reconstrucción, hay que entender que
no se trata de construir inmuebles, hay otras intervenciones que
también son necesarias. Se trata darle conocimiento al hombre
haitiano, y en este campo tenemos a los hermanos cubanos que nos
ayudan en la alfabetización, que es un punto clave en la revolución
que estamos haciendo en la educación.
"La escuela es un punto central. Durante mi
presidencia se ha logrado mandar a 1,3 millones de niños
gratuitamente a recibir clases; cuando se habla de reconstrucción es
importante reforzar los conocimientos de los que tendrán el legado
de estas infraestructuras.
"Es importante también remarcar la ayuda que nos
aporta Venezuela; a través de Petrocaribe, miles de hogares fueron
construidos, y la gente que vivía bajo las carpas hoy en día tiene
la posibilidad de vivir en casas, con toda su dignidad, con su
orgullo, casas que están provistas con agua, electricidad, son
pequeñas, pero elevan su dignidad.
"De los 1,5 millones que vivían debajo de las
carpas, hoy quedan solo 147 mil. Eso es mucho todavía, pero en
comparación con la cifra anterior, es un gran paso. Hubiéramos
querido que nadie viviera así, pero estamos progresando.
"Gracias a la cooperación con Venezuela hay 10
programas sociales implementados para ayudar a los más necesitados.
Entre ellos, hay uno sobre apoyo a los estudiantes, otro sobre apoyo
a las madres que se llama "Madrecita querida", y hay otro proyecto
para los agricultores.
"A través de Petrocaribe hemos construido
carreteras; edificios públicos que colapsaron con el terremoto están
en reconstrucción; estamos también rehabilitando varios barrios. La
reconstrucción es paulatina y todavía queda mucho por hacer, pero
hemos avanzado.
"Quiero hablar también de la reconstrucción del
puerto de Puerto Príncipe, que está en proceso. Esta mañana (ayer),
estuve en el puerto del Mariel, y saludo esta cooperación entre
Brasil y Cuba. Saludo también la visión del gobierno cubano, porque
este proyecto permitirá facilitar los intercambios comerciales a
través de toda la región.
"Haití desea también un proyecto de esta
envergadura, porque con la apertura del canal que se hará en
Nicaragua, y con la ampliación del canal de Panamá, el 40 % o el 50
% de los barcos tendrán que pasar por esta zona; y Haití también
tiene los ojos en un proyecto de tan alta envergadura".
—¿Cuáles son las prioridades de su gobierno para
seguir adelante con la recuperación?
—Un país que tuvo décadas de mala gobernabilidad,
afectado por un terremoto devastador, tiene muchas necesidades, y es
por eso que desde mi llegada a la presidencia me he concentrado en
lo que yo he llamado las cinco E: educación, energía, empleo, Estado
de Derecho y medio ambiente —que en francés comienza con e".
—Volviendo al tema de la CELAC, ¿cómo valora
usted la presidencia pro témpore de Cuba?
—Cuba ha hecho un trabajo que califico de
extraordinario. Las prioridades de los países del Caribe están
tomadas en cuenta en la CELAC. Nos sentimos a gusto y sentimos que
somos parte. Fue a través de Cuba que pudimos acercarnos a los
países que conforman el Brics (Brasil, Rusia, China, India y
Sudáfrica), y también con los países del Consejo de Cooperación del
Golfo.
"Al integrar la CELAC, Cuba nos hizo ver que
países con diferentes orientaciones pueden acercarse, sentarse
juntos, discutir, y aprovechar las experiencias, unos de otros.
"Como miembro de la CELAC quiero decir que
estamos muy satisfechos de la gestión pro témpore de Cuba. Aprovecho
esta oportunidad para felicitar al Gobierno y al Presidente Raúl
Castro por su gestión".
—A su juicio, ¿cuáles son los principales
desafíos a los que se enfrenta la CELAC?
—Algunos temas son tan sensibles que nos toma
bastante tiempo encontrar una solución. Dado que somos 33 países
reunidos en esta cumbre podremos aportar soluciones más rápidamente.
Y dado que el tema principal es el hambre y es un problema mundial,
los países nos podemos apoyar logísticamente, financieramente, y a
otros niveles.
"Hablando de la supervivencia de la CELAC, los
países que la integran se sienten a gusto y harán lo posible por
protegerla. Nos da confianza estar en una familia grande. Creo que
la CELAC como institución va a sobrevivir y va a aportar muchos
frutos".
—Quisiéramos también conocer su visión sobre
otros grupos integracionistas de la región, como el ALBA, el Banco
del Sur, y Petrocaribe.
—Es a través de Petrocaribe que estamos
ejecutando la mayoría de nuestros proyectos sociales. Esa
organización agrupa a países con orientaciones políticas y
económicas diferentes. En cambio, dentro del ALBA encontramos países
que comparten ideología. El ALBA es una agrupación donde se discute,
se intercambian ideas.
"Todas estas instituciones nos permiten a los
líderes de los países implementar nuestra visión, concretarla. La
ayuda que encontramos a través de estas instituciones es la más
eficaz, y tenemos acceso a dicha ayuda sin injerencia de otras
naciones en la soberanía de nuestro país, y viene a través de formas
de solidaridad, de amistad. Es por esa razón que actualmente dentro
de la CELAC nos sentimos tan confortables.
"Por cierto, quisiera saludar a otros países que
nos han ayudado. Entre ellos quisiera mencionar a Ecuador, que nos
ha ayudado a fortalecer nuestra policía, y también en el campo de
los derechos humanos; a Chile, que nos ha ayudado en las finanzas
públicas; a Brasil, que nos ayuda en el campo de la energía; a
Argentina; a México, que nos ayudó en la construcción de varios
mercados públicos.
"Haití ha dejado su huella en el pasado, y
actualmente este mismo país está en un cruce en su historia. Los
países que se beneficiaron en el pasado por la solidaridad de Haití,
ahora se vuelven hacia nosotros para aportarnos su ayuda.
"En nombre del pueblo haitiano que yo represento,
les doy las gracias. Lo que sucedió en el pasado los países amigos
no lo olvidaron, y lo que está pasando hoy en día nosotros nunca lo
vamos a olvidar. La inauguración que hice hace unos días en Haití de
la Plaza José Martí evidencia la solidaridad que tenemos con el
pueblo cubano. Esa plaza simboliza la cooperación entre nuestros
países".