Muchas gracias, señor Presidente, querido
anfitrión Raúl Castro.
Permítame,
en primer término, agradecerles y expresarles nuestra más sincera
admiración por la excelente organización de esta Cumbre que ya
estamos cerrando, por el enorme afecto, cariño y calor humano que
hemos sentido en estos días de parte del pueblo cubano, y, por
supuesto, también reconocerle esa enorme energía con que usted se ha
desempeñado al frente de esta Cumbre, que le ha hecho estar todos
los minutos de estas largas sesiones al frente del Plenario. A usted
y al señor Canciller mis más sinceras felicitaciones (Aplausos).
Queridas amigas y amigos; Jefes de Estado;
Colegas:
Es motivo de genuino honor y fuente de profunda
responsabilidad asumir la Presidencia Pro Témpore de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños, lo hago con enorme entusiasmo
a nombre del gobierno y del pueblo de Costa Rica; lo hago con
profundo compromiso latinoamericano y caribeño, consciente de que
durante un año deberemos ser un agente catalizador de los mejores
intereses compartidos por nuestros pueblos.
Asumimos el cargo a sabiendas de que CELAC se
encuentra en un proceso de desarrollo que debemos impulsar y
consolidar con imaginación e introspección, con determinación, pero
a la vez con prudencia, con respeto, tolerancia, ideales y también
pragmatismo.
La CELAC es una tarea de todos sus miembros, su
éxito debemos construirlo cada día, se asienta en nuestros
compromisos y actuaciones nacionales; pero debe manifestarse
mediante el diálogo, la concertación y la generación de consensos
regionales, y esos consensos deben dar paso a resultados.
A la Presidencia le corresponde facilitar e
impulsar estos procesos con transparencia, apertura, reglas claras,
respeto por la diversidad, serenidad y liderazgo creativo.
La Presidencia debe ser generadora de
cooperación, entendimiento, visión y confianza, esas serán las guías
operativas de Costa Rica durante este año.
En cuanto a nuestras guías sustantivas, esas
surgen de los valores y de los objetivos que nos unen, muchos están
reflejados en las declaraciones de Cancún, Caracas y Santiago y
ahora también en las de La Habana, Cuba, y han sido desarrollados en
los documentos temáticos y planes de acción de la CELAC; se fundan,
además, en nuestra rica herencia histórica.
Destaco el respeto a los derechos humanos y al
Estado de Derecho en sus dimensiones nacional e internacional como
base para la convivencia armónica y como palancas para impulsar el
desarrollo sostenible, la paz, la justicia, la seguridad y la
constante generación de oportunidades.
América Latina debe ser una región de paz,
justicia y progreso asentada en instituciones que procuren ser cada
vez más abiertas, democráticas, cada vez más propicias a la
participación ciudadana, sin exclusiones o discriminaciones por
ideas, géneros, etnias o religión. Costa Rica está profundamente
identificada con esos valores que forman parte de nuestra identidad
nacional y regional.
Cómo traducir en consenso los principios
compartidos y cómo convertir esos consensos en fuente de bienestar
para nuestros pueblos es, precisamente, el gran desafío de la CELAC.
Nos esforzaremos por estar a su altura en el desempeño de la
Presidencia Pro Témpore. Costa Rica se compromete no solo a detectar
los consensos, sino también a construirlos mediante un trabajo
cuidadoso, inclusivo, tolerante y sistemático y con la mirada puesta
en el horizonte. Esta construcción es responsabilidad primaria de
nuestros gobiernos.
CELAC es una instancia de naturaleza estatal;
CELAC, sin embargo, debe también procurar construir el consenso
nutriéndose de los aportes de la sociedad civil, las instituciones
académicas, los actores productivos y las comunidades.
Los invito a que nos unamos en diseñar e
identificar mecanismos que nos permitan incorporar a estos sectores
en nuestros procesos de consulta.
Costa Rica se compromete a trabajar porque CELAC
sea un crisol de solidaridad latinoamericano y caribeño, abierta en
tiempo y abierta en territorio. Digo que solidaridad abierta en lo
temporal, porque afincada en el presente y arraigada en la historia
y cultura comunes, debe proyectarse hacia el futuro con apertura a
nuevas ideas, métodos e iniciativas que generen bienestar.
Necesitamos, de alguna manera, más catalejos y menos espejos
retrovisores.
Solidaridad también abierta en lo geográfico,
porque CELAC debe participar con los brazos extendidos en ese
escenario internacional globalizado e interdependiente de que nos
habla la Declaración de Cancún, de esta manera podremos ser una
auténtica y eficaz voz global de América Latina y el Caribe.
El año pasado, en la Cumbre de Santiago,
manifesté que la misión de CELAC no es oponerse ni competir con
otras entidades existentes y que no existe para buscar
necesariamente enemigos, sino para desarrollar iniciativas y
desarrollar también mayores aliados. Hoy lo repito, pensando en el
mundo y el hemisferio. Des-de este espíritu, hemos dado la
bienvenida al Secretario General de las Naciones Unidas y al
Secretario General de la Organización de Estados Ame-rica-nos,
quienes nos acompañaron en esta ocasión.
Costa Rica se compromete, además, a trabajar
porque CELAC, a partir del principio de la complementariedad que
destaca la Declaración de Santiago, coadyuve a ser más orgánico y
eficaz el andamiaje integracionista de nuestro hemisferio como
mecanismo de diálogo y concertación política.
Nuestro valor agregado consiste en generar
posiciones, objetivos y metas comunes, pero su ejecución debe ser
asumida por una serie de instituciones ya existentes, son ellas las
que cuentan con capacidad para ejecutar proyectos y evaluar
resultados. Necesitamos mayor articulación orgánica, entre y con
todas ellas, en ámbitos tan diversos como el comercio, la salud, la
educación, las inversiones, la infraestructura, el ambiente, la
justicia, la ciencia y la tecnología, la lucha contra la corrupción
y contra la delincuencia organizada.
El aporte de instituciones como el CARICOM, las
Cumbres Iberoamericanas, MERCOSUR, el proyecto Meso América, SICA,
UNASUR y muchas otras será indispensable para hacer operativos
nuestros planes de acción y ejes de trabajo. Los mismos organismos
especializados de las Naciones Unidas como la CEPAL y otros,
resultarán indispensables.
Recordemos que en el año 2014 confluyen tareas de
enorme magnitud a nivel global, me refiero a la recta final para el
cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, a la
definición de la Agenda de Desarrollo Post-2015 y de los Objetivos
de Desarrollo Sostenible y a la Agenda de Cambio Climático.
Estimadas y estimados colegas:
Al compartir con ustedes algunas facetas de
nuestra visión de la CELAC, reconozco los extraordinarios aportes de
los dos países que nos han precedido en el ejercicio de la
Presidencia Pro Témpore, Chi-le y Cuba, junto a ellos hemos
desarrollado mayor madurez y capacidad. Reitero, al igual que lo
hice el día de ayer en mi intervención en este mismo Plenario, mi
plena convicción de que mi sucesor en el ejercicio de la Presidencia
de la República de Costa Rica, tendrá igual voluntad de diálogo
abierto e integración con América Latina y el Caribe.
Agradezco, a nombre de cada costarricense, la
confianza que han depositado en nuestro país.
Me despido de todas y de todos ustedes,
agradeciendo su afecto, su amistad, los momentos tan íntimos, tan
intensos que hemos logrado compartir juntos a lo largo de estos
cuatro años que les he acompañado, y me despido también augurando un
futuro sumamente esperanzador para nuestros pueblos.