El
deseo de unidad se consolida con la II Cumbre de la CELAC, afirmó el
presidente boliviano, Evo Morales. Después de años de sometimiento
hemos perdido el miedo a liberarnos del imperio, afirmó.
A su juicio, es un avance muy importante esta
cumbre para seguir debatiendo sobre la liberación y la integración
de nuestros pueblos.
Antes el reparto mundial era para el dominio
imperial y en nuestros tiempos para el saqueo neoliberal —continuó—.
Nosotros queremos acabar con esa dominación y con el saqueo a
nuestros recursos naturales.
Explicó cómo en el caso de Bolivia les decían que
si nacionalizaban los recursos no habría inversión en ese sector,
pero eso es falso, porque después de la nacionalización ha mejorado
la renta petrolera. Respetamos la inversión extranjera —acotó— pero
ellos son socios, no dueños de nuestros recursos naturales.
En otro momento de su intervención criticó la
política exterior injerencista de Estados Unidos, y dijo que sin ese
país en la CELAC, "no habrá golpes de Estados".
También criticó la privatización de algunos
servicios básicos como el agua, que "no pueden ser un negocio para
nuestros pueblos, si-no un derecho fundamental del ser humano".
Por otra parte, se refirió también al escándalo
de espionaje internacional de Washington, y recordó cómo en un
discurso reciente el presidente de ese país, Barack Obama, dijo que
no espiaría a las naciones "amigas".
Indirectamente nos tratan de terroristas, comentó
Morales. Si hay que hacer espionaje para la seguridad mundial, todos
espiemos a Obama, y así habrá seguridad mundial, bromeó.
Por otra parte, defendió la tradición milenaria
de la hoja de coca de los bolivianos.
Hemos empezado aquí a liberarnos del imperio no
para someter a los pueblos del mundo ni para acabar con los derechos
de la madre tierra —argumentó—, sino para defender el futuro de la
humanidad y salvar al planeta; es nuestra obligación y será una
enorme responsabilidad.
Todos tenemos dificultades —añadió—, pero es
mejor que nos regañen nuestros pueblos que el imperio; tenemos
diferencias, pero la meta es cómo resolver los problemas.
Antes de terminar su intervención, propuso crear
un fondo de solidaridad para ayudar a los países del caribe que se
enfrentan a desastres naturales, y a imitar los ejemplos de
solidaridad de Cuba, de compartir lo que tenemos y no lo que nos
sobra. Además, recordó al presidente Hugo Chávez, que estuvo entre
los principales impulsores de la CELAC.
Chávez concebía la CELAC como el proyecto de
unión más importante de nuestra historia contemporánea, dijo, una
liberación cultural, social y económica.
América Latina y el Caribe nunca más podrán ser
gobernados por el imperio y menos por bancos o empresarios, sino por
gobiernos democráticamente electos, respetando nuestras diferencias,
concluyó Morales.