Integración significa superar distancias históricas, políticas y geográficas

O. Fonticoba Gener

"Construir a América Latina y el Caribe como comunidad de presente y futuro, y como actor vital en un mundo configurado por bloques, es una tarea de enorme envergadura históricopolítica", refería hace unas semanas el secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), Carlos Chacho Álvarez, en un artículo suyo publicado en días pasados en este diario.

Carlos alberto álvarez, secretario general de la Aladi. Foto: Jorge Luis González

Precisamente, ese es el espíritu que preside la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que terminará hoy su II Cumbre en La Habana; evento que ha afianzado sus bases integracionistas y la voluntad de los países miembros de continuar extendiendo los lazos de amistad.

Interrogado por Granma sobre la coexistencia de la ALADI con la CELAC, Chacho Álvarez —quien permanece invitado a la cita—, respondió: "En principio puede jugar un rol importante como pilar económico y comercial de la CELAC, pues uno de los propósitos de este último es aumentar el comercio interregional, sobre todo el protagonizado por las pequeñas y medianas empresas".

Si nos comparamos respecto a Asia, ejemplificó, o con otros bloques comerciales no llegamos al 20 % de nuestro comercio interregional, frente al más del 60 % que poseen aquellos. Construir un mercado fuerte, integrado, complementario de nuestras economías, significa colaborar en los cambios de las matrices productivas de nuestros países. Debemos trabajar mucho en eso.

Añadió que con ese propósito se está convocando a una "Expo ALADI" en octubre, para hacer la primera macro rueda de negocios entre latinoamericanos y caribeños. "Porque tenemos muchas ferias y ruedas de negocios con regiones como Asia, Europa, y otras subregiones —sostuvo—, pero no una propia, y queremos inaugurar la modalidad para no solamente promover más negocios, sino la cultura asociativa, cómo construir cadenas de valor regionales y cómo mejorar nuestra competitividad. En eso la ALADI puede jugar un papel muy fuerte".

Según declaró el Secretario General, este mecanismo también colabora con la CELAC en la forja de un programa de seguridad alimentaria para América Latina y el Caribe.

Al referirse a otros desafíos que persisten, no solo para la CELAC o la ALADI, sino para los diversos mecanismos de integración regional, comentó que debe coordinarse la acción entre estos y los organismos subregionales.

La imagen de gran parte de nuestros pueblos es que existen muchos organismos y no una integración profunda, que hay una brecha entre ellos, explicó. "Debemos quebrar esa percepción".

"Las problemáticas que abordan los distintos organismos deben incluirse en un plan estratégico que defina la propia CELAC. Se necesita agenda y plan estratégico, y países comprometidos no solo en empujar el mecanismo, sino en pensar opciones de conjunto. Es lo que dará a la CELAC un salto de calidad en su funcionamiento.

Sobre el trabajo de Cuba en la presidencia Pro Témpore de la Comunidad y lo acontecido en la primera jornada de la Cumbre, señaló que la mayor de las Antillas ha hecho un gran trabajo con el objetivo de fortalecer a la CELAC como actor político.

Una de las principales condiciones para continuar ese rumbo, acotó Álvarez, es coordinar posiciones, achicar diferencias, "trabajar en la idea de que a mediano plazo podemos aspirar a tener una sola voz; y en un mundo que se va reconfigurando en bloques de poder, la aspiración de todos los países debe ser que América Latina y el Caribe sea uno de ellos".

"Las discusiones se han mantenido sobre el tema convocante de esta Cumbre: la lucha contra la pobreza y las desigualdades. No se trata solo de intercambiar buenas prácticas en ese sentido, sino de poseer planes compartidos en algunas áreas, y pensar políticas de conjunto".

"Hay que vencer las distancias históricas, políticas y geográficas que separan a las distintas subregiones. Los sudamericanos debemos acercarnos más al Caribe y a Centroamérica. Son regiones que han vivido separadas por mucho tiempo y tenemos que encontrar los puentes para diseñar políticas compartidas. Ese será el gran salto de la región: tener políticas públicas latinoamericanas y caribeñas. Es difícil, pero es lo que le da consistencia, densidad y materialidad a un proyecto de integración".

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