La ruta para la desestabilización regional ha sido rediseñada a tono con los tiempos que corren. El objetivo de la derecha local —aupado por sectores externos— de revertir el orden institucional sigue siendo el mismo aunque los métodos hayan variado.
Las presiones hacia gobiernos progresistas los instan a buscar fórmulas donde el debate genere soluciones para resistir en un mundo cada día más cambiante. Una de esas plataformas es el Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) que incluye a decenas de movimientos y partidos políticos de izquierda de la región y otras partes del mundo.
La segunda edición del ELAP, con sede en Quito, centró sus sesiones en torno a una idea expresada por el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, quien criticó a esa “izquierda radical de palabra y timorata de espíritu”.
Posiciones como la del sociólogo boliviano apuntan a corrientes de pensamiento muy en boga en estos tiempos que, a su juicio, terminan convirtiéndose en “mediocres corifeos” al servicio de “pretensiones imperiales”.
En su conferencia El proceso boliviano en clave regional, el vicemandatario alertó sobre los peligros ante la amenaza de la vuelta al pasado neoliberal y subrayó la necesidad de seguir el proceso de transformación de nuestros pueblos. García Linera criticó a aquellas personas e instituciones que se mantienen al margen de los ataques a los procesos de cambios y le dejan así el camino libre a los neoliberales para que sigan imponiendo sus designios, luego de más de 500 años de explotación y colonialismo.
El vicejefe de Estado, quien proviene de uno de los países más atacados por las oligarquías, subrayó además que era hora de cambiar el papel de América Latina y el Caribe ante la coyuntura actual. “América Latina no puede quedarse como “cuidadora de bosques” para generar el oxígeno que necesita el Norte, porque no se sale del extractivismo de un día para otro”, dijo.
En otro momento de su ovacionada intervención, insistió en que “no podemos descuidar la lucha de las ideas después de las victorias” e hizo una convocatoria a una “batalla de ideas” para enfrentar el poder de los adversarios.
En el foro, que fue clausurado este miércoles por el presidente ecuatoriano Rafael Correa, alzaron su voz representantes de partidos de Cuba, Venezuela, China, España, Argentina, Colombia y Uruguay, entre otros.
El sociólogo y comunicador venezolano, Miguel Pérez Pirela, afirmó que “la deconstrucción de los discursos hegemónicos neoliberales nacionales e internacionales tiene que ser cotidiano”.
A su vez, el politólogo argentino, Atilio Borón, refirió que es posible frenar la embestida neoliberal, pero debe ser potenciada la movilización y el campo popular. “Como dijo García Linera, es posible avanzar, pero si tenemos la capacidad de tener al pueblo en la calle movilizado y con la capacidad de defender el proyecto”, comentó.
Por medio de una videoconferencia desde la embajada ecuatoriana en Londres, donde se encuentra recluido, el fundador de WikiLeaks Julian Assange, puso la mirada en el rol de las grandes compañías de Internet como Facebook y Google, las cuales manipulan a los usuarios.
EL ARMA MÁS PODEROSA DE CUBA ES LA SOLIDARIDAD
El miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, José Ramón Balaguer Cabrera, quien representó a Cuba en ELAP 2015, reiteró que el arma más poderosa de la política de la Isla es la solidaridad. Al respecto, comentó que la Revolución vive un momento crucial y su característica esencial es la determinación de continuar construyendo el socialismo, bajo las condiciones y demandas que conforman la realidad del mundo en el que estamos inmersos.
El también jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Partido, explicó a los presentes que el proceso de actualización del modelo económico y social que se implementa incluye todos los esfuerzos en impulsar las potencialidades que pueda desplegar Cuba.
Sobre los temas a debates en ELAP 2015, refirió que existe una contraofensiva desplegada en varios países de la región cuyo telón de fondo es un elaborado programa de subversión combinado con acciones de guerra económica y brutales ataques mediáticos.
A juicio de Balaguer, es una estrategia de desgaste de más largo plazo para imponer soluciones electorales afines, desconociendo en ambos casos la verdadera voluntad democrática de los pueblos.
Como colofón de su discurso, el dirigente cubano aseguró que sin integración, vista como un proceso continuo y perfectible, no hay ninguna garantía de sostener nuestra soberanía y nuestra independencia, de aspirar a una mejoría de la calidad de vida de nuestros pueblos.
COMENTAR
Ruperto Cruz dijo:
1
2 de octubre de 2015
05:43:22
medardo m rivero p dijo:
2
5 de octubre de 2015
23:44:47
Responder comentario