Si, como afirman, «la cara es el espejo del alma», basta el primer encuentro con el doctor Francisco Ricardo Sagaró Rosales, para constatar en el candidato a diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, por el municipio de Santiago de Cuba, un fiel ejemplo de la convicción de Fidel de que «sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas».
Al especialista en Medicina Intensiva y Emergencia, de 29 años de edad, del hospital clínico quirúrgico Juan Bruno Zayas, se acercó Granma casi al final de una intensa jornada de intercambio con el pueblo, colectivos laborales y estudiantiles, y en la habitual sonrisa de su rostro era imposible adivinar que, a causa de una guardia médica, llevaba más de 35 horas sin «pegar un ojo».
«Para cumplir el programa de preparación –explica–, se nos liberó laboralmente, no sin antes precisarnos que debíamos mantener el vínculo con el centro de procedencia y, en mi caso, se me comunicó la necesidad de reforzar la guardia para el seguimiento a una paciente puérpera en estado crítico. Como sagrado deber lo asumí y luego me sumé a este recorrido».
Lejos de tratarse de un hecho inherente solo a su profesión, muy poco conoce del reposo quien –apegado a los valores inculcados por sus padres– ha mantenido siempre esa actitud que le permitió ingresar en la ujc mientras cursaba el 9no. grado, y luego, en el 6to. año de Medicina, ingresó al pcc, para completar una doble militancia que aún ostenta.
«Esa propuesta me sorprendió –confiesa–, porque estos largos años de defensa de la Revolución han sembrado mucho compromiso en nuestro pueblo; en el país hubo ahora más de 19 000 propuestas para integrar el grupo de los 470 candidatos a diputados, entre los cuales a nuestro sector de la Salud corresponde un 6,6 %».
Sin duda, tal segmento sintetiza muchas dignas actitudes que han sabido crecerse frente a situaciones tan complejas como lo fue el enfrentamiento a la covid-19, que entre los muchos jóvenes tuvo, desde el primer momento, al doctor Sagaró Rosales en cuidados intensivos del Hospital Militar Joaquín Castillo Duany, el Hospital General Ambrosio Grillo, y el Juan Bruno Zayas.
«Durante ese tiempo –asegura–, viví más en los hospitales que en mi casa, pero fue apenas nuestro granito de arena, pues aquí la Revolución trasciende con tremenda fuerza en muchas obras.
«A ello –enfatiza–, se suma la grandeza de nuestra historia y las historias de vida del resto de los candidatos, que te comprometen a ser mejor médico, mejor cubano y más revolucionario».
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Suniel Johnson dijo:
1
15 de febrero de 2023
14:04:09
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