Disciplina, del latín, se forma con el lexema disc-, de discere, «aprender». Entre sus acepciones está: «capacidad del carácter para controlar los impulsos, en especial los que apartan de una meta ardua o inclinan a un goce inmediato», lo que implica autocontrol y, a veces, sacrificio. La autodisciplina es la «capacidad de la persona para realizar determinada tarea o adoptar un determinado comportamiento», porque ha asimilado normas de conducta hasta hacerlas propias, atendiendo a la razón y el convencimiento de que eso es lo mejor.
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Maria Alice Rull dijo:
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9 de agosto de 2022
09:41:05
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