Aunque fantoche significa también «persona grotesca y desdeñable», «neciamente presumida», y «vestida o maquillada de forma estrafalaria», su acepción más empleada es «muñeco grotesco frecuentemente movido por medio de hilos», acepción que en sentido metafórico alude a autoridades de quienes se afirma que no actúan de acuerdo con sus propias decisiones, sino como si fueran manejados por un poderoso «titiritero» que permanece en la sombra.
Procede del francés fantoche y este del italiano fantoccio, «títere o marioneta», que a su vez proviene de fante «niño pequeño, infante», derivado del latín infans -ntis «mudo, infantil», compuesto por la partícula privativa in- y fans, participio del verbo latino fari «hablar». Al ahondar en la metáfora comprendemos que «no hablan con voz propia».
COMENTAR
Responder comentario