El uso de la conjunción e en vez de y en palabras que comienzan con i no excluye a las que empiezan con h, puesto que la razón de dicho cambio es fonética, es decir, tiene que ver con el sonido: padre e hijo, pronosticó e hizo... Lo mismo ocurre, por supuesto, con las conjunciones o y u: cucarachas u hormigas, libra u hogaza... En realidad, la e y la u existen como conjunciones justamente, por esta razón. Sin embargo, cuando la conjunción antecede a palabras que comienzan con los diptongos ia (hia), ie (hie) y io (hio), no se produce el cambio: frío y hielo.
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