Uno de los problemas de la lengua en que menos orientados nos hemos sentido los hispanohablantes es el relacionado con las secuencias de dos vocales. La nueva Ortografía de la lengua española recomienda la simplificación siempre que la reducción se halle generalizada en el habla y no existan problemas de identificación del término: antimperialismo, prescolar. Sin embargo, precisa el documento, no deben simplificarse: reestablecerse, reemitir y reevaluar, —que, sin embargo aparecen en el DRAE con una sola e y no con dos—, y ultraamoral o semiilegal, en las que, lógicamente, la reducción afectaría el sentido. Otra que, a mi juicio, no debe simplicarse es microondas, en la cual la pronunciación exige la duplicación.









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