ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Un conflicto reiterado en esta oportunidad es la baja percepción de riesgo que se observó en La Habana y en otros lugares. Foto: Juvenal Balán

El seguimiento del rastro de Irma ante las cámaras de televisión, devolvió al doctor José Rubiera y a otros meteorólogos a planos de estelaridad mediática que envidiaría un músico de moda. La tentación de entrevistarlos mordió luego a más de un periodista, atraídos por la necesidad de hurgar en los registros históricos del huracán, entender el desastre y conversar con protagonistas vitales en un drama que borró pueblos costeros y dejó patas arriba sistemas tan sólidos como la red eléctrica nacional.

Cada vez que algún ciclón asoma en el Caribe y mira hacia Cuba, crece la atención hacia los reportes y análisis de estos especialistas y hacia los avisos de la Defensa Civil. En proporción con la muy citada escala Saffir-Simpson, asciende la importancia de la comunicación, que se confirma como el eje o pieza que determina la eficacia de todo el sistema de defensa ante huracanes.

Del flujo y precisión de informaciones y comunicados, depende la entrada en acción de todo el entramado de medidas para proteger vidas y bienes y atenuar la magnitud final de los daños, inevitables bajo un huracán identificado como uno de los más destructivos que se han encimado sobre Cuba.
¿A cuánto ascienden las pérdidas económicas del Irma? La medición definitiva de los mismos aún no ha concluido, pero a juzgar por el largo trayecto azotado en el archipiélago y la desolación que dejó a su paso, no me sorprendería si sus costos superan los del ciclón que más había afectado a Cuba en el presente siglo, el Ike en el 2008, con 7 325 millones de pesos.

En las cifras finales estarán ausentes pérdidas que consiguieron evitarse gracias a la adopción temprana y certera de medidas preventivas, pero también recogerán daños económicos que no pudieron impedirse más por fallas humanas y sociales que por el enojo mismo de la naturaleza.

Un conflicto reiterado en esta oportunidad es la baja percepción de riesgo que se observó en La Habana y en otros lugares, antes de sentir sobre sí las brutales ráfagas del Irma. La confianza en que no llegaría el huracán hasta esos puntos, a pesar de las alertas reiteradas de la Defensa Civil y de los meteorólogos, generó frialdad en algunos para implementar medidas básicas de protección, con el consecuente agravamiento de los daños, y hasta abonó el comportamiento lúdico e irresponsable de no pocas personas en zonas de inundación urbana.

Como en oportunidades similares del pasado –el Matthew recientemente–, la prensa abrió las alas y actuó con gran profesionalidad y destreza. La población bebió minuto a minuto de los ríos de notas, partes meteorológicos,
comentarios y entrevistas. Pero el éxito de la comunicación, fenómeno complejo en que se entrelazan múltiples células, actores, canales y condicionamientos, no pueden medirse por la transmisión unidireccional de informaciones. La resistencia de muchas personas a asumir en toda su dimensión la amenaza y sus consecuencias previsibles pone en evidencia que no basta con informar sin escuchar también.

Desde ambas caras de la moneda, la experiencia positiva y la negativa, la comunicación confirmó una vez más su valor como sostén imprescindible de cualquier actividad social compleja: sea para enfrentar desastres naturales o para emprender transformaciones estructurales de la economía. La Conceptualización del modelo económico y social cubano le reconoce valor estratégico a la comunicación, una idea que gana adeptos, a pesar del rechazo que todavía concita en mentes conservadoras.

Como mismo constituyó un eje clave del sistema de protección cuando el huracán avanzaba hacia Cuba, ahora le corresponde a la comunicación igual misión para implementar los programas de recuperación económica y social, con la participación creativa y solidaria de todos. La velocidad y eficacia para ejecutar cada paso dependerá en mucho de la capacidad para informarlo, colegiarlo y evaluar su marcha.

Las fallas de uno las puede evitar otro si las conoce a tiempo. Por igual razón pueden multiplicarse los éxitos y acelerarse la marcha de una recuperación que tomará tiempo, pero comenzó ya con paso firme.

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Carlos Alberto dijo:

1

29 de septiembre de 2017

01:19:48


Lamentablemente, en nuestro pais y especialmente en C .Habana , las indisciplinas sociales se estan incrementando a niveles alarmantes. Las imagenes y el dia a dia hablan por si solas. Una cosa es libertad, alegria, entusiasmo y otra "libertinaje", indisciplinas, vagancia, delincuencia. todo por una Cuba mejor. Gracias.

Tamakun dijo:

2

29 de septiembre de 2017

07:51:19


Y en esas imágenes no deja de estar presente el actuar de elementos antisociales cuyo numero se ha incrementado en los ultimos años, asi como la labor solapada del enemigo compulsando a actuar indisciplinadamente para generar eventos que sirvan a sus malsanos interes de tratar de despretigiar a nuestro pueblo y a nuestra Revolucion.

Odalis Rosales Martínez dijo:

3

29 de septiembre de 2017

08:38:41


Excelente trabajo periodístico Ariel, coincido con ud 100%, en especial lo referido a la baja percepción de riesgo en especial de muchos habaneros, la indisciplina y el no acatar las orientaciones de la DC y autoridades a mi nodo fue la responsable de los 10 fallecidos que reportó nuestro país por el huracán Irma. Me quedaba impresionada al ver en reportajes y fotos de nuestra prensa a múltiples personas desafiando el peligro tomando imágenes con celulares u observando las olas embrabecidas del malecón, o transitando por las calles inundadas y con el agua más arriba de la cintura, otras nadando en las calles en pos de cometer hechos delictivos en centros comerciales, que tampoco fueron protegidos por sus responsables administrativos, todas estas conductas requieren de acciones fuertes por nuestras autoridades, y a los que no acaten la orientación de protegerse o evacuarse habrá que detenerlos por nuestras fuerzas del orden interior hasta tanto pasen los efectos del huracán; porque nuestro Estado, Gobierno, la DC y sus autoridades a todos los niveles hacen tanto por la seguridad humana y de los recursos materiales, que no es posible seguir permitiendo estos acontecimientos, que perfectamente pueden ser evitados, al igual que opino aún se puede proteger más las cubiertas de nuestros centros estatales y las viviendas, para reducir los daños, aunque es complejo, pero hay que buscar estrategias y modos de hacerlo. Mi solidaridad con todas las provincias, municipios, localidades, personas afectadas y también instituciones del Estado dañadas.

Daniel Noa dijo:

4

29 de septiembre de 2017

09:05:50


Muy bueno tu mensaje, Ariel...En mi trabajo diario yo insisto una y mil veces en que usemos esa fabulosa herramienta que es el "manejo de riesgos", útil e imprescindible en todas las esferas del conocimiento y del quehacer humano en los tiempos modernos. Siempre he insistido en que la Defensa Civil de Cuba y el CITMA son visiblemente los que más usan la evaluación de los riesgos...Debiera ser parte del curriculum de formación de todos los cuadros y dirigentes pues no es algo de la sola competencia de los "especialistas"...igual que hay que insistir en la necesidad de confiar y actuar conforme al buen parecer y sugerencia de los especialistas que usan esta herramienta...Bien insistes en el fenómeno "comunicación"...algo que no es patrimonio de uno, que no es unidireccional...No...la comunicación es entre dos fuentes; una emisora y otra receptora (un individuo o un conjunto de individuos)...es bilateral...se habla y se escucha...Son importantes los mensajes que han de fluir en una dirección y otra....siempre en el mismo sentido; es decir, el mismo objetivo o propósito...Muchos de nuestros problemas de hoy son consecuencia de no cumplir esos principios básicos de la comunicación...los obstáculos impiden la plena comunicación...y de ahí en adelante solo un paso a la desidia, la indiferencia, la falta de credibilidad...que tendran que cargar individuos e instituciones...OJO...OJO...

jotaefe dijo:

5

29 de septiembre de 2017

09:49:49


La baja percepción del riezgo en las personas es algo común en todo el país, no solo en La Habana. Donde vivo el huracán azotó fuerte, cuando pasaba la peor parte andaban personas por la calle, en vehículos, motos, bicicletas, a pie con menores; a la misma vez que caían árboles, postes y volaban tejas. No sé ni como no hubo fallecidos. El desprecio por la vida propia me llama la atención. Nadie me lo dijo, lo vi desde mi privilegiada posición. Guardo fotos y videos de lo que he dicho.

angel dijo:

6

29 de septiembre de 2017

10:36:31


Realmente hubo informacion de la situacion del huracan, pero nuestro pueblo le falto realmente tomar la debida conciencia del peligro y a mi entender se tomaron medidas generales con muy poco tiempo, o no se tomaron,como son;poda de grandes arboles, limpieza de las zonas de peligro, evacuacion no solo de las personas sino tambien de las cosas que pudieron ser salvadas de la destruccion. Se debe aplicar las leyes y medidas necesarias a los que no entienden o no quieren acatar las disposiciones vigentes ya sean estatales o personas naturales

Roberto dijo:

7

29 de septiembre de 2017

12:58:54


Baja percepción del riesgo seria una denominacion muy amable; lo que en realidad es una indolencia, la cual debe de una vez y por toda ser juzagada por la ley. Pues son incontables los recursos que destina el pais para garantizar la seguridad de la poblacion en estas circunstancia de peligro. Ademas el gasto que implicaria; por ejemplo, un jefe de nucleo y padre de una familia muriera por este tipo de negligencia y que entonces deje desamparada a su familia, la que podria estar compuesta de sus hijos y esposa y que esta ultima estuviese imposibiltada de trabajar: Entonces el estado tendria que asumir gastos de seguridad social por el hecho ocurrido. Por tal motivo la ley debe tambien imponer multas a las personas que por negligencia repito se encuentren en la calle en estas ciscunstancias. y no ocurrio solo en el malecon se pudo observar en toda la Habana. ¨Cubano, YEYO, compadre¨

Arquero dijo:

8

29 de septiembre de 2017

14:10:15


La Habana esta llena de recién llegados muchos por esa zona de Centro Habana. Es probable que no conocieran el peligro y los riesgos ante una situación de ese tipo y de ahí el fandango que se formo. La foto publicada de un hombre con una bicicleta en las manos mirando de cerca la furia del Mar me hace pensar que fue eso lo que paso.

cirilo dijo:

9

29 de septiembre de 2017

14:34:23


Merecen un reconocimiento bien grande todos los periodistas que nos mantubieron informado en todo momento, un reconocimiento grandisimo los del instituto de meteorogia por la certeza de sus pronosticos y ese mismo reconocimiento para todos los dirigentes del partido, el estado y las organizaciones de masas que han estado acompañando al pueblo durante el paso del ciclon y en la etapa de recuperacion.

cirilo dijo:

10

29 de septiembre de 2017

14:37:44


Para los miembros de las FAR y el MININT un reconocimiento especial han cumplido fielmente con Camilo. El ejercito es el pueblo uniformado.