ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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Con Temer se profundizó la crisis con millones de desempleados. Foto: Tomada de Internet

En 1933, Adolfo Hitler llegó al poder en Alemania a través del voto democrático.En el 2018 –85 años después de la victoria electoral del líder nazi– el excapitán del Ejército Jair Bolsonaro ha sido electo presidente de Brasil con 57,5 millones de votos de los 147 millones de electores. Su adversario, el profesor Fernando Haddad, mereció 47 millones de votos. Hubo 31,3 millones de abstenciones, 8,6 millones de votos nulos y 2,4 millones de votos en blanco. Por tanto, 89,3 millones de brasileños no votaron por Bolsonaro.

Muchos se preguntan cómo ha sido posible, después de la promulgación de la Constitución Ciudadana de 1988 y los gobiernos democráticos de Fernando Henrique Cardoso, Lula y Dilma Rousseff, que los brasileños hayan elegido como presidente a un diputado federal oscuro y declaradamente a favor de la tortura y la eliminación sumaria de prisioneros, defensor intransigente de la dictadura militar que subyugó el país a lo largo de 21 años (1964-1985).

Nada se da por casualidad. Se juntan múltiples factores para explicar la meteórica ascensión de Bolsonaro. La democracia brasileña siempre ha sido frágil. Desde la llegada de los portugueses a nuestras tierras, en 1500, han predominado gobiernos autocráticos. Bajo la condición de colonia, fuimos gobernados por la monarquía lusitana hasta noviembre de 1889, cuando se decretó la República.

Los dos primeros periodos de nuestra República fueron encabezados por militares. El mariscal Deodoro de Fonseca gobernó desde 1889 hasta 1891 y el general Floriano Peixoto desde 1891 hasta 1894. En la década de 1920, el presidente Artur Bernardes gobernó durante cuatro años (1922-1926) mediante el recurso semidictatorial del Estado de Sitio. Getulio Vargas, electo presidente en 1930, se convirtió en dictador siete años después, hasta ser depuesto en 1945.

Desde entonces, Brasil ha conocido breves períodos de democracia. El mariscal Dutra sucedió a Vargas que, por el voto directo, regresó a la presidencia de la República en 1950, donde permaneció hasta que las fuerzas de derecha lo indujeron al suicidio, en 1954. El poder fue provisionalmente ocupado por una Junta Militar que lo traspasó a Ranieri Mazzilli e, inmediatamente, admitió la toma de posesión de Joao Goulart (Jango), vicepresidente de Janio, que gobernó desde 1961 hasta abril de 1964, cuando fue depuesto por el golpe militar que implantó la dictadura, que duró hasta 1985.

En estos últimos 33 años de democracia, un presidente falleció antes de tomar posesión (Tancredo Neves); su vice, José Sarney, asumió y llevó el país a la bancarrota; un avatar, Fernando Collor, se eligió como «cazador de marajás» y, dos años y medio después, fue sometido a un impeachment por corrupción, siendo la presidencia ocupada por su vice, Itamar Franco. Este fue sucedido durante dos mandatos presidenciales por Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), dos de Lula (2003-2011) y uno integral de Dilma (2011-2014) que, reelecta, fue sometida igualmente a un impeachment nítidamente golpista después de un año y ocho meses de gobierno, siendo sustituida por su vice, Michel Temer, quien transferirá la banda presidencial a Bolsonaro el 1ro. de enero del 2019.

ACIERTOS Y ERRORES DEL PT

¿Cómo se explica que, luego de 13 años de gobierno del PT, 57 millones de brasileños, entre 147 millones de electores, de una población de 208 millones de habitantes, elija como presidente a un militar de baja graduación, diputado federal a lo largo de 28 años (siete mandatos), cuya notoriedad no resulta de su actividad parlamentaria, sino de su cinismo al elogiar a torturadores y lamentar que la dictadura no haya eliminado al menos 30 000 personas? ¿Cómo entender la victoria de un hombre que, en su discurso de campaña en Sao Paulo, vía internet, proclamó en alta voz y con tono firme que, en caso de que fuese electo, sus opositores deberían salir del país o irían a prisión?

No es hora de «hacer leña del árbol caído». Pero aun cuando tengan gran peso los avances sociales promovidos por los gobiernos petistas, como haber librado de la miseria a 36 millones de brasileños, hay que destacar errores que el PT hasta ahora no ha reconocido públicamente y que, sin embargo, explican su desgaste político. De ellos destaco tres:

- El involucramiento de algunos de sus líderes en casos comprobados de corrupción, sin que la Comisión de Ética del partido haya sancionado a alguno de ellos (Palocci se excluyó del partido antes de que lo expulsaran).

- La desatención a la alfabetización política de la población y a los medios de comunicación favorables al gobierno, como radios y televisoras comunitarias y a la prensa alternativa.

- No haber implementado ninguna reforma estructural a lo largo de 13 años de gobierno, excepto aquella que alteró el régimen de contribución a la seguridad social del funcionalismo federal. El PT es hoy víctima de la reforma política que no logró promover.

Al año siguiente, Dilma fue reelecta con un pequeño margen de votos por encima de su adversario, Aecio Neves. El PT no entendió el mensaje de las urnas. Era hora de asegurar la gobernabilidad mediante el fortalecimiento de los movimientos sociales. Optó por la vía contraria. Fue adoptada la política económica del programa de gobierno de la oposición.

Con Temer se profundizó la crisis con millones de desempleados; crecimiento en falso del PIB; reforma laboral contraria a los derechos elementales de los trabajadores; 63 000 asesinatos por año (el 10 % del total mundial); intervención militar en Río de Janeiro para intentar evitar el control de la ciudad por el narcotráfico. Y la corrupción campeando en la política y en los políticos, sin salvarse ni siquiera el presidente de la República, con fotos y videos comprobatorios exhibidos en la TV en horario estelar.

Todo eso ha contribuido a profundizar el vacío político. De los partidos con mayor bancada en el Congreso, tan solo el PT tenía un líder representativo: Lula. Aun estando preso, llegó a merecer el 39 % de las intenciones de voto, al inicio de la carrera electoral. Sin embargo, el Poder Judicial ha confirmado lo obvio: fue detenido sin pruebas para que quedase excluido de la disputa presidencial.

Entonces surgió Bolsonaro. ¿Cómo se explica la ascensión meteórica del candidato de un partido minúsculo, insignificante, que herido durante la campaña abandonó las calles y no participó en los debates televisivos?
Repito, nada sucede por casualidad. El capitán recibió el apoyo de tres importantes segmentos de la sociedad brasileña:

Primero, del único sector que, en los últimos 20 años, se ha dedicado obstinadamente a organizar y a fungir como la cabeza de los pobres: las iglesias evangélicas de perfil conservador. El PT debería haber aprendido que nunca tuvo tanta capilaridad nacional como cuando contó con el apoyo de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBS). Pero no se llevó a cabo ningún trabajo de base para expandir la capilaridad y la formación de los núcleos partidistas, de los sindicatos y de los movimientos sociales, excepto movimientos como el de los Sin Tierra (MST) y el de los Sin Techo (MTST).

Ha sido apoyado también por aquel segmento policial militar que siente nostalgia de los tiempos de la dictadura militar, cuando gozaba de amplios privilegios, sus crímenes eran encubiertos por la censura y la prensa y disfrutaba de total inmunidad e impunidad. Ahora, según una promesa del electo, tendrán licencia para matar.

Y ha sido apoyado además por los sectores de la élite brasileña que se quejan de los límites legales que dificultan sus abusos, como el negocio agrícola y las mineradoras en relación con las reservas indígenas por ellas codiciadas y la protección del medio ambiente, en especial de la Amazonia.

Hay además un nuevo factor que favoreció la elección de Bolsonaro: el poderoso lobby de las redes digitales monitorizadas desde EE. UU. Millones de mensajes fueron enviados directamente a 120 millones de brasileños con acceso a internet, casi todos electores, ya que en Brasil el voto es obligatorio para quien tenga entre 16 y 70 años de edad.

Bolsonaro supo explotar ese nuevo recurso que amenaza seriamente a la democracia y fue utilizado con éxito en la elección de  Donald Trump, en EE. UU., y en el referéndum que decidió la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit).

DESAFÍOS DE FUTURO

¿Y ahora, qué hacer? Los movimientos progresistas y lo que queda de la izquierda en Brasil con seguridad van a promover marchas, manifestaciones, abajo firmantes, etc., en un esfuerzo para evitar un gobierno fascista. Nada de eso me parece suficiente. Hay que retornar a las bases populares. Los pobres votaron por el proyecto de los ricos. La izquierda se llena la boca con la palabra «pueblo», pero no está dispuesta a «perder» fines de semana para ir a las favelas, a las villas, a la zona rural, a los barrios donde viven los pobres. He ahí las prioridades de la actual coyuntura brasileña: que el PT se haga una autocrítica y se recree; que la izquierda retome el trabajo de base; que el movimiento progresista rediseñe un proyecto de Brasil que resulte un proyecto político viable. En caso contrario, Brasil ingresará durante un largo periodo en la edad de las tinieblas.

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Gabriel dijo:

1

11 de noviembre de 2018

23:52:28


Simplemente, excelente artículo, gracias.

Heem Gondes dijo:

2

12 de noviembre de 2018

03:23:42


La ignorancia mata a los pueblos......!!!!!!!!!! JOSÉ MARTI

Wilfredo dijo:

3

12 de noviembre de 2018

07:40:14


Muy bueno el artículo!! Para reflexionar. Una vez más, gracias Frei Betto!!

Eduardo Torne dijo:

4

12 de noviembre de 2018

07:53:59


Ciertamente, cuando uno ve a un pueblo en su mayoria humilde, equivocarse de esta manera, luego de estar andando trabajosamente por la senda correcta hacia su emancipacion, se llega a la conclusion de que cualquier cosa es adversa es posible, si los gobiernos de izquierda se esfuerzan en ligar "vinagre y aceite", y entonces recordamos a Marti, apostol de Cuba y de las americas cuando nos advierte que: "serculto es el unico modo de ser libre", lo que en verdad les falta a muchos de nuestros pueblos de America, para poder acertadamente elegir la verdadera emancipacion.

Odalis dijo:

5

12 de noviembre de 2018

08:19:20


Excelente artículo, como nos tiene acostumbrado Frei Betto. Coincido 100% con lo planteado por Frei. En especial, que no basta ahora, despues de no haber realizado el trabajo que corresponde por parte de las fuerzas de izquierda, los movimientos sociales, su falta de unidad, hacer juego a la corrupción, falta de fortalecimiento político, convocatoria al pueblo, así como pérdida de tiempo en mantener como candidato a Lula y lento o nulo accionar en su segunda o tercera propuesta, sabiendas de que el objetivo era mantener a Lula fuera para evitar su ascenso a la presidencia y anularlo del entorno político. Considero es tarde para lamentarse. Y desgraciadamente ese es el presente y futuro para el pueblo de Brasil, con Bolsonaro como presidente.

ocue dijo:

6

12 de noviembre de 2018

08:56:57


Frei Betto una vez mas con ese discurso oportuno que todo lo explica y lo elucida, solo con esta palabras tan certeras se puede entender semejante historia, la historia de los pobres que votan por los ricos

alexander dijo:

7

12 de noviembre de 2018

09:40:56


No podría estar más de acuerdo. No basta con enseñar a leer y escribir, dar atención médica gratuita. Hay que enseñar a la gente a pensar, el trabajo político es muy importante. Ya lo decía Fidel -y creo que se aplica a lo que sucede en América Latina- "Sólo nosotros mismos podemos ser capaces de destruir la revolución". El PT, independientemente del trabajo sucio de las derechas, no supo trabajar con el pueblo y asumir su rol. Al mismo tiempo realizó durante demasiado tiempo asociaciones con centro-derechistas y derechistas que siempre van a frenar las revoluciones.

Eder Matos Carcasés dijo:

8

12 de noviembre de 2018

09:48:22


Ahora es brasil, pudiera ser otro pais de america latina, estamos diariamente bajo el fuego de la desinformacion y la mentira de la prensa radial, escrita, televisiva y por todos los medios de comunicacion global, si a eso sumamos los errores de los proyectos o plataformas politicas de los sectores progresistas o de izquierda de creer en la buena voluntad de la derecha, de llegar a formar incluso coalision para ganar votos, el gravisimo error de no ser verdaderos repreentantes de la clase obrera y mas pobre , entonces tendremos en brasil o donde sea que la gente vota engañada o por el que mejor le prometa trabajo, salario o mejor economía. No soy especialista, ni analista politico, pero lo que esta pasando en brasil puede pasar en cualquier pais que la clase en el poder se aparte de la clase proletaria, de los intereses de los jovenes y entonces se gobierne sin respaldo mayoritario, tambien considero que los progresistas y la izquierda en america latina y otras regiones del mundo tienen mucho miedo de enfrentarse a los imperios especificamente al de EEUU. Desde mi punto de vista, es mejor demostrar una vez, que prometer muchas veces,o sea cuando un partido de izquierda o un proyecto progresista llegue al poder, debe ser capaz de cumplir con lo que prometió y su mejor ejercito sera el pueblo, los pobres, los trabajadores, los jovenes.

El Moro dijo:

9

12 de noviembre de 2018

10:23:49


Muchasss Graciasss Frei Betto por aclararnos las dudas del por que la derrota de la izquierda en Brasil.

Hilda Lidia dijo:

10

12 de noviembre de 2018

12:23:50


El que por su gusto muere, que la muerte le sepa a gloria. Veremos que pasa en el futuro cuando aumenten sus calamidades.

miguel ortega dijo:

11

12 de noviembre de 2018

13:22:19


Si alguien puede dar una respesta coherente, por favor, que la diga....ahhhh....y de nuevo mi pregunta al periódico, ¿dónde se pueden leer las opiniones de ols participantes?...yo, aunque se haga caso omiso de mis opiniones, soy revolucionario y testarudo e insisto e insisto.....

Daniel Luis Baute Churrut dijo:

12

12 de noviembre de 2018

13:49:59


la crisis del 2025-2026 fue muy dura,y la llevaron los desposeidos.Un plan neoliberal con un ministro como Joaquim Levi.LOS cuantiosos gastos en Olimpiadas y Mundial de Futbol,y una corrupcion que se mostraba vivita y coleando.

Sorjuana dijo:

13

12 de noviembre de 2018

16:34:57


O es la guerra o es la paz. Imposible vivir entre cadenas. Tristemente aceptarlo,...pero es la verdad y es el unico camino que queda. Esta vez si Brasil quiere librarse del fascismo que le espera va tener que agarrar el arma o simplemente sucumbir cruzarse de brazos y ver el manantial de sangre que brotara de esa tierra.

Osmany dijo:

14

13 de noviembre de 2018

08:10:01


Otro excelente artículo de Frei. Ahora no nos extrañemos si aparecen miles de boletas a favor del PT tirados en la basura, los trabajadores en las calles sean tratados con palos y chorros de agua al exigir sus derechos extirpados de raíz por el nuevo gobierno, comiencen a desaparecer lideres sociales de punta o se intalen bases militares gringas en el país. En fin, más de lo mismo, por desgarcia la elección del fascista Bolsonaro es realizada de forma ¨democratica¨ por el pueblo brasilero, y hoy es el Presidente del Gigante SurAmericano.

enrique15 dijo:

15

13 de noviembre de 2018

09:00:56


Este es un período triste pero necesario para la izquierda latinoamericana y los pueblos. Lamentablemente, si de una cosa pecan los latinoamericanos, es de tener una corta memoria histórica. Rápidamente olvidan de donde surgieron los grandes problemas que han hecho de nuestra región una de las de más desigualdad social en el mundo, olvidan quienes han sido los responsables. La derecha ha explotado eficazmente problemas que ellos mismos en sus gobiernos han tenido e incluso provocado. Y luego las cosas vuelven a ser como eran pero las personas siguen durmiendo en el sueño de las promesas y manipulados brutalmente por los dueños de los medios, que por supuesto, apoyan a los candidatos que les aseguren su poder económico. Ahora mismo en Colombia se está hablando mucho de una de las promesas de campaña de Duque que fue muy efectiva y que todo parece indicar que incumplirá descaradamente: El tema de los impuestos, que dijo que no subiría y ahora se está desdiciendo.

Miguel Angel dijo:

16

13 de noviembre de 2018

09:25:12


El compañero Frei Betto como siempre muy elocuente en su discurso político. Ya este tema ha sido bastante analizado por diferentes periodistas, analistas y otros intelectuales, unos más críticos que otros, pero coincidentes en muchos aspectos con lo expresado por Betto. Ahora corresponde reiniciar la lucha, concientizar a las masas populares, ser capaces de llegar a ellas como lo han hecho los perversos de la derecha, incluyendo la Iglesia Universal del Reino de Dios (maligna congregación religiosa) que ha contribuido de manera importante en este triunfo de la extrema derecha. Las características propias del pueblo brasileño muy bien explicadas por Frei Betto, porque resulta bastante incómodo y poco ético exponer tales criterios, aún cuando se conozcan, por parte de los cubanos y publicarlo en este órgano de prensa, me alegro mucho que haya sido él propio. Insisto, se ha perdido una importante batalla, pero no la guerra por la emancipación definitiva de las grandes masas populares. La victoria definitiva por poder político pertenece a los pueblos, nadie lo dude.

Roberto C. dijo:

17

9 de mayo de 2019

08:07:36


Los pueblos muchas veces se equivocan porque son humanos,así le pasó a los ¨nicas¨cuando los sandinistas perdieron las elecciones en una oportunidad.Llegará el momento en que recapaciten.Gracias Betto por sus reflexiones.