Arley Calderón no se opaca con la fama. Campeón centroamericano y panamericano, las medallas no han cambiado la vida personal de alguien que disfruta de conversar y reír con los demás.
El pinareño, con 26 años, es uno de los principales referentes del levantamiento de pesas masculino. A sus avales regionales se suma el de poseer el récord nacional en los 61 kilogramos, cuando en el Campeonato Mundial de 2023, en Arabia Saudí, registró biatlón de 291, lo que lo colocó décimo en el total.
Recientemente, su carrera ha mutado, ascendiendo ahora hasta la división de 65 kilogramos, en la que participó en marzo pasado en el Torneo Internacional Manuel Suárez, celebrado en La Habana. Allí obtuvo una medalla de plata en el envión, y concluyó quinto en el total.
Desde entonces, su nombre pareció borrarse del mapa. La competencia celebrada meses atrás en la Esfaar Cerro Pelado fue su última extrafronteras. «Quise participar en julio pasado en el Campeonato Panamericano del Deporte, en Colombia, pero dada la situación, solo pudo participar Marifélix Sarría», relata.
Arley ha permanecido en silencio, superándose entre los hierros del gimnasio Manuel Suárez. «Me he dedicado a mi preparación, mejorando mis niveles de fuerza y la parte sicológica», cuenta.
Meses después, ya crecido, se alista para retornar en el venidero clasificatorio centroamericano que se celebrará en diciembre, en Santo Domingo, pues integra la preselección nacional. «La preparación ha marchado bien, pese a que recientemente sufrí una lesión en la muñeca derecha».
«Estoy haciendo todo el esfuerzo junto a mi entrenador y al colectivo, para llegar a la competencia y obtener el resultado que deseo. Mi objetivo es lograr la clasificación, pero también quiero una buena marca», narra.
Arley confiesa que, como buen campeón, afrontará su competencia con la misma valentía de siempre, aquella que le ha permitido crear una carrera exitosa desde hace dos años, cuando se coronó campeón centroamericano y panamericano.
«De 2023 a la fecha he mantenido el mismo enfoque, y entrenando con la misma naturalidad. Me preparo con vistas al ciclo olímpico, en el que quiero darlo todo», explica.
Dice un refrán que el agua pasada no mueve molinos. Por eso, él no se aferra a lo logrado. Arley se define a sí mismo como el mismo competidor de siempre, aquel que busca darlo todo.
–¿Crees que se pueda repetir esa medalla de oro de San Salvador?
–Se va a hacer el mejor esfuerzo para estar en el podio. No quisiera especular, pero saldré a luchar mi medalla, y por qué no, el título.

















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