ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: OneFootball

Hay sucesos deportivos que paralizan al mundo, aunque no a los grandes consorcios, que sacan de ellos las principales ganancias, mucho más que los protagonistas en las canchas, esos a quienes la afición idolatra.

Los Juegos Olímpicos, los campeonatos mundiales de atletismo, el Super Bowl, en Estados Unidos, o la Copa del Mundo de fútbol, están entre esos acontecimientos que hacen hervir los sentimientos, lo mismo en un estadio que frente a una pantalla de televisión que, aun cuando no gana trofeos, sí suma millones de dólares con las transmisiones de estos espectáculos.

Hay uno de ellos, también en el balompié, que hechiza al universo: el llamado clásico de la Liga Española de Fútbol: Real Madrid vs. Barcelona. Cuba no escapa de ese embrujo, pues ambas plantillas son las más seguidas en esta geografía que el domingo, como el resto del planeta, vestirá de blanco o de blaugrana, con el enfrentamiento por la Súper Copa de España, entre merengues y culés.

Será Riad, capital de Arabia Saudita, porque el Clásico ya ha trascendido sus fronteras ibéricas, para lanzarse futbolística y comercialmente ante cualquier portería del mundo, la sede de su edición 259.

Fue el 13 de mayo de 1902, en lo que se conocía como Copa Coronación, el primero de estos cotejos, ganado por los barceloneses por 3-1, y el último se celebró en el curso de la actual competición liguera, el cual tuvo a los mismos ganadores, por 4-1. Sergio Busquets, del elenco catalán, es el que más clásicos ha jugado, con 48, por encima de los 45 de quien fuera su capitán, Lionel Messi, y de Sergio Ramos, del bando rival. El diez argentino es el máximo goleador de estos electrizantes partidos, con 26, superiores a los 18 de los madridistas Alfredo Di Stefano y Cristiano Ronaldo.

Foto: Ilustración
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