Dos momentos «de anjá» para el voli varonil

Dos competencias de alto valor tendrán los voleibolistas cubanos en 2025, ambas oportunidades para comprobar si el elenco da el paso esperado entre los grandes de este deporte.

La tercera participación en la Liga de las Naciones (VNL) y el Campeonato Mundial, para los jugadores que hoy compiten en certámenes de distintas partes en el mundo, nos dejará ver si, a su regreso, tras actuar durante meses en el exterior, se encuentran en notable condición física y mental.

Tendrán que prepararse para entrar en la vnl a finales de mayo, en la que habrá dos novedades: aumentarán de 16 a 18 los participantes, y cada equipo jugará 12 partidos, tras lo cual el peor clasificado será sustituido por la nación mejor ubicada en el ranking mundial que aún no esté en el clásico.

El reto para los cubanos estará en disponer de mayor tiempo para valorar su salud e iniciar los entrenamientos, pues en 2024 fue corto el lapso desde su regreso del extranjero, descansar unos días, y el comienzo de la VNL. En una tercera incursión es de esperar una faena más convincente que la anterior.

Después se verán obligados a ponerse nuevamente en forma, en aras de discutir puestos en el Campeonato Mundial señalado para Filipinas, del 12 al 18 de septiembre, y que a partir de la venidera edición se efectuará cada dos años, en lugar de cuatro, y crecerá de 24 a 32 contendientes.

Cuba rivalizará en el grupo D frente a Estados Unidos (bronce en París), Portugal y Colombia. Habrá ocho agrupaciones, de las que sobresale Francia, doble campeón olímpico, en la llave C; en el B militará Polonia, plata en la sede parisina; Italia, cuarto escaño en el cuarteto F; sin olvidar a Brasil en el H, a pesar de su octavo lugar en la cita olímpica de la Ciudad Luz.