El equipo cubano de baloncesto salió impetuoso al tabloncillo del Coliseo de la Ciudad Deportiva y nos hizo soñar con revertir la historia de los duelos particulares entre Cuba y Puerto Rico, con balance actualizado de 19 victorias boricuas por solo dos cubanas.
Después de dominar en la primera mitad del encuentro por 42-35, los cubanos no pudieron contener el empuje de los boricuas y terminaron cediendo por 73-81, aunque mucho tuvo que ver en el resultado final la temprana salida del capitán Howard San-Roos, producto de una segunda falta sancionada con técnico y que provocó su expulsión.
Por cuartos, Cuba dominó los dos primeros, por 15-14 y 27-21; luego, los boricuas se repusieron y dominaron por 23-16 y 23-15.
Los visitantes fueron mejores en prácticamente todos los aspectos colectivos del juego. En los tiros de campo acertaron para el 58.5 % por el 48.7 % de los nuestros; también sacaron ventaja desde el perímetro, y Cuba dominó en la línea de libres.
El cubano nacionalizado puertorriqueño, Ismael Romero, en funciones de capitán de su conjunto, cargó con el peso ofensivo al anotar 15 tantos. Sin embargo, el equipo cubano tuvo los máximos anotadores del encuentro. Pedro Bombino sumó 20 y bajó cinco rebotes, Reinaldo García anotó 19 con cinco asistencias, y Yoanki Mencía, nuevamente destacó por Cuba con 16 unidades.
«Tuvimos un antes y un después tras la salida de Howard del encuentro. Salimos con posibilidades reales de llevarnos la victoria, pero nos enfrentamos a un equipo difícil, con incursión olímpica en París, y realmente caímos peleando duro sobre la cancha», detalló a Granma el director técnico del conjunto Onel Planas.
En esta ventana, Cuba nuevamente sale con balance de una victoria y una derrota, y su destino sobre la clasificación a la Copa América de la fiba tendrá que esperar a la tercera ventana en el mes febrero, en 2025. Ayer Estados Unidos venció a Bahamas por 97-74 y domina el grupo d con tres éxitos en cuatro salidas. Luego, Puerto Rico y Cuba están abrazados con dos y dos, y cierra Bahamas (1-3).
Pese a la derrota de este lunes, podemos calificar el desempeño de nuestra selección como positivo. Salir a la cancha con notables ausencias y pelear de tú a tú con un rival de tal envergadura habla del buen trabajo de la nueva dirección del equipo, y nos hace pensar que, en febrero, el objetivo de clasicar a Managua-2025 es posible.
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