Los malos presagios que perseguían a la selección nacional de fútbol se cumplieron, luego de que el pasado lunes el equipo perdiera, por 1-3, ante Trinidad y Tobago, con lo cual descendió a la zona b de la Liga de Naciones de la Concacaf.
Un punto era suficiente para asegurar, por un año más, la permanencia en la máxima categoría de este certamen. En cambio, los trinitarios necesitaban ganar en su casa para desplazar a los cubanos y quedarse con el cuarto y último cupo del grupo b, hecho que materializaron como estaba en los pronósticos antes del juego.
A pesar de mostrar un mayor dominio del balón, los Leones del Caribe no supieron ser contundentes de cara al arco rival y pagaron caro esa inefectividad. Además, no alinear con el artemiseño Karel Espino en la zona medular, por acumulación de tarjetas amarillas, es un factor que disminuye notablemente la dinámica en el juego cubano.
Trinidad volvió a adelantarse rápidamente en el marcador, como lo hizo hace cuatro días, en Santiago de Cuba. Ahora fue el mediocampista Dantaye Gilbert (13´) el encargado de abrir la pizarra. Joevin Jones nuevamente perforó la portería cubana con su diana al minuto 28.
Cuba encontró el descuento en el minuto 62, por intermedio del holguinero Yasniel Matos, pero toda esperanza de remontada se esfumó instantes después, cuando Real Gill (68´) sentenció el resultado definitivo.
Bajar a la zona b duele, porque este grupo de jóvenes peleó por alcanzar el objetivo, que era seguir compitiendo en la zona a. Sin embargo, no vencer a Nicaragua el mes pasado, en Santiago de Cuba, y dejar que Trinidad, en esa misma ciudad, saliera con un punto fueron situaciones determinantes para que se produjera el descenso.
Jugadores importantes como Luis Paradela, William Pozo, Yosel Piedra, Modesto Méndez y Jorge Luis Corrales no estuvieron, por lesiones y decisiones técnicas, en los cuatro partidos de la Liga de Naciones, y esas ausencias se hicieron notar. Onel Hernández tampoco alineó en los dos últimos duelos por problemas físicos.
Esas seis bajas, más la inhabilitación de Espino, lastraron la conformación de un equipo más contundente.
La dinámica de juego tampoco fue la mejor, ya que ante Jamaica y Nicaragua la dirección técnica del once cubano apostó por un esquema defensivo, con muy pocas estrategias para ir al ataque.
Analizar al detalle lo sucedido, con sus puntos fuertes y débiles, corresponderá a las autoridades del fútbol cubano. Talento hay en el plantel, pero se necesita un cambio de mentalidad en los planteamientos tácticos si se quiere regresar, a la vuelta de un año, a la zona a.
COMENTAR
Responder comentario