Varadero, uno de los principales destinos turísticos de Cuba, acoge cada año una fiesta de los deportes aéreos, gracias a la coincidencia de dos eventos de paracaidismo: el VII Campeonato Latinoamericano y la III Copa de la Amistad.
Ambos torneos premiaron la Precisión de Aterrizaje Clásica desde una altura de 1 200 metros para los competidores en solitario y por equipos, con una inscripción de alrededor de 30 atletas foráneos y una veintena de representantes de la Mayor de las Antillas.
El cronograma contemplaba ocho rondas de clasificación para todas las categorías, además de una semifinal y una final en los certámenes individuales. Sin embargo, bastaron siete ejecuciones para coronar al monarca de cada sexo.
En la justa regional venció el brasileño Rodrigo Gonçalvez, conocido como «el pollo», con total de 0.12 metros (m), por delante del cubano Oscar Arteaga López con 0.21 m y «el búfalo» chileno Carlos Burgos con 0.32 m.
Las locales Marisol Maldonado (0.51 m) y Dalia Bejerano (0.76 m) completaron el un-dos y relegaron a la brasileña Soraya Mendes Ribeiro (0.97 m), bronce en el reciente Mundial de Hungría.
El combinado anfitrión conquistó los honores con una sumatoria de 1.20 m, nueve centímetros más exactos que Brasil, mientras Chile finalizó tercero con 1.57 m.
En la Copa de la Amistad los rusos coparon los escalones más altos y bajos del podio en la categoría individual, con la victoria de Stanislav Panchenko (0.11 m) y el bronce de Sergei Leonov (0.18m). La marca conseguida por Gonçalvez en el Latinoamericano le valió la presea plateada.
La nación más extensa del planeta también acaparó los titulares en el por equipos con impresionante total de 0.58 m, custodiado en el podio por el Cuba A y por Brasil con los registros estampados en la contienda del área.
Asumieron las mayores responsabilidades como organizadores el Club de Aviación de Cuba (CAC) y la Federación Cubana de Paracaidismo Deportivo (FCPD), avalada por la Confederación Latinoamericana de Paracaidismo (COLPAR Siglo XXI).
El Héroe de la República, René González Sehwerert, presidente del CAC, develó la insistencia del presidente de COLPAR, el chileno Iván Ríos, para celebrar el evento en la Isla de nuevo porque le gustó el ambiente, el clima, el aire, la voluntad de las autoridades.
Sin embargo, reconoció: «no teníamos condiciones. Este año, aunque todavía las condiciones no son las óptimas, decidimos correr el riesgo y organizar la competencia y tenemos un grupo de paracaidistas muy buenos, algunos de nivel mundial».
También comentó sobre cómo esta fiesta permite la inserción en el plan de actividades del municipio a partir de una buena relación de trabajo con la dependencia del Ministerio de Turismo (Mintur) en Varadero, la oficina del Consejo de Estado y el gobierno municipal.
La aeronave utilizada para las maniobras corresponde al modelo Antonov An-2, con capacidad para diez pasajeros, operada por la Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA) desde el aeropuerto Kawama. Además, la Fuerza Aérea prestó colaboración con sus helicópteros modelo Mil Mi-17, para 15 personas a bordo.
La Agencia de Viajes Cubanacan S.A., perteneciente al Mintur, respaldó el éxito del programa con los servicios de transportación desde el Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana y el Aeropuerto Internacional Juan Gualberto Gómez, de la localidad sede. El alojamiento corrió por la cuenta del Hotel Gran Caribe Sun Beach, de tres estrellas, ubicado a la entrada de la ciudad balneario.
La estricta revisión del estado técnico del equipamiento, las recomendaciones sobre el empleo de dispositivos de flotación como chalecos y salvavidas y la presencia de personal médico especializado del Sistema Integrado de Urgencia Médica (SIUM) garantizaron la seguridad.
Además de la rivalidad para alcanzar cada uno de los títulos en disputa, la contienda procuró el fomento de la práctica de la disciplina y mejorar sus métodos de sojuzgamiento, así como estrechar las relaciones de fraternidad entre los participantes.
La laureada Marisol Maldonado, tras el cierre de las actividades, resaltó la alegría y la hermandad creada en un escenario donde reinó el amor, la cooperación y la ayuda.
Confesó: «ha sido una euforia, una alegría, una emoción muy grande para todos porque nos presentamos en la competencia sin una previa preparación, las condiciones meteorológicas estuvieron bastante complicadas, el lugar de salto no fue el mejor, pero finalmente llegó el triunfo después de tanta perseverancia».
Entre tanto, la rusa Aleksandra Dronova, de la escuadra de Volgogrado y con un historial previo de 2068 saltos, aseguró: «Es la primera vez que vengo a Cuba y, sin dudas, repetiré la experiencia. Las personas son muy agradecidas y siempre te ofrecen cariño».
La jueza COLPAR chilena Claudia Lara Fuenzalida consideró como un logro la inclusión de una mujer en el conjunto de su país y espera que otras naciones transiten por ese camino.
Eutimio Pérez Barrera, presidente de la FCPD, destacó el cumplimiento del objetivo número uno de esa entidad: el triunfo del conjunto de la Isla en el regional, después de varios años de hegemonía del gigante sudamericano, un combinado con muchos recursos y posibilidades de entrenar durante largos períodos.
La visita de los europeos resultó provechosa, al punto de que Montenegro extendió la invitación para intervenir en la Copa Adriática de 2025, agregó. También adelantó la voluntad de volver a organizar la Copa de la Amistad, tentativamente a inicios del próximo año.
Según reseña ACN, en la década de los 90ʼ esa urbe ubicada en la provincia de Matanzas acogió certámenes a nivel del orbe como la VII Copa Mundial de Campeones del Paracaidismo, con representantes de Chile, Perú, Estados Unidos, Francia, Alemania, Rusia, Australia, Brasil y Eslovenia.
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