Cuba, en la victoria sobre República Dominicana, mostró cómo crece la idea de ser un equipo ganador, transitando de menos a más en eventos como la Copa Panamericana Sub-23 femenina de voleibol, efectuada en Xalapa, México.
El seleccionado derribó la barrera que mantenían las quisqueyanas desde el inicio del certamen en 2012, triunfadoras en las seis ediciones anteriores del evento, y de las mexicanas, que discutieron el cetro en los años 2021 y 2023. La actuación de las nuevas campeonas tiene el mérito de tomar desquite del revés 3-0 ante las dominicanas en la fase de grupo, y así mejorar las tres medallas de bronce que obtuvieron en 2014, 2016 y 2018.
Los parciales de 26-24, 22-25, 25-21 y 25-20 dan cuenta de una lucha entre selecciones de juego ofensivo fuerte, en el cual las cubanas se impusieron, con 55 puntos, por 42 sus rivales. Lisania Grafort, desde la posición de opuesta, anotó 24 unidades, para cerrar una labor sostenida durante todos los partidos, ganándose el pergamino de la Jugadora Más Valiosa del torneo. También fue meritoria la labor de la capitana y auxiliar, James Marín (15).
Las cubanas comenzaron a levantar a partir de los cuartos de finales, tras dominar a Nicaragua por blanqueada, y vencer por 3-2 a las mexicanas, quienes ganaron sus tres enfrentamientos 3-0, en la llave más débil del torneo. En tanto, los elencos de Cuba y República Dominicana tenían que definir cuál de los dos lideraba su zona. Finalmente fueron las de Quisqueya, las que alcanzaron el cupo y sus rivales tuvieron que buscar las semifinales con un triunfo en cuartos de finales, como aconteció,
México capturó el bronce, al derrotar a Chile por 3-1. Después se ubicaron Perú, Costa Rica, Nicaragua y Suriname. La Copa es parte del sistema de clasificación para los Juegos Panamericanos Junior-2025, en Asunción, Paraguay, en los que la Norceca contará con cuatro plazas.


 
                        
                        
                        
                    














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