Es un hecho: Cuba estará en el Mundial de beisbol para menores de 18 años que acogerá Panamá, el próximo año. Aun quedando en la cuarta posición del Premundial Panamericano, efectuado recientemente en tierras canaleras, la selección nacional de la categoría ganó uno de los tres boletos en concurso.
El hecho de que el equipo panameño sea el anfitrión del próximo certamen universal y que, a la vez, haya ganado el subtítulo en este clasificatorio, les abrió las puertas mundialistas a los de la Mayor de la Antillas, después de siete años de ausencia a este nivel. En buen cubano, clasificamos por los pelos.
Cuando parecía que la historia de un elenco cubano de beisbol Sub-18, en un evento internacional en la última década cambiaría, bastaron dos juegos para deshacer las ilusiones. La tropa comandada por Michael González, luego de transitar invicta la fase clasificatoria y los cuartos de final, encajó dos derrotas sucesivas que apagaron, nuevamente, las esperanzas de una medalla a nivel de área.
El tropiezo en semifinales ante los locales dejó al conjunto cubano solo con la posibilidad de aspirar al bronce, pero volvieron a ceder frente al representativo de Puerto Rico, con cerrada pizarra de tres carreras por dos, para concluir en la cuarta posición.
Si bien es cierto que se logró el objetivo del avance al Mundial, ¿podemos aspirar a grandes resultados en estas categorías sin casi jugar en casa? El Campeonato Nacional Sub-18, este año, apenas cumplió un calendario de cuatro partidos para los cinco equipos en competencia, y un quinto desafío para la discusión de las medallas.
El estadio José Antonio Huelga, de Sancti Spíritus, vio cómo el equipo de Villa Clara se coronó frente a los Gallitos. En la discusión del bronce, la selección de Camagüey superó al conjunto de La Habana, y Holguín fue el quinto conjunto con posibilidades de competir en este Campeonato.
El resto de las provincias cubanas jugaron menos encuentros, y esto es un asunto de análisis para la Comisión Nacional. Sobre este tema, en la pasada final de la Serie Nacional, en diálogo con la prensa acreditada, el presidente de la Federación Cubana de Beisbol, Juan Reinaldo Pérez Pardo, reconoció que se está jugando poco en las categorías inferiores; sin embargo, la entidad tiene identificados en todo el país los talentos en estas edades.
El panorama económico cubano es complejo, las restricciones impuestas por el bloqueo están presentes en cada esfera de la sociedad, y ese es un hecho que no se puede ignorar; pero un pelotero no se forma en un campeonato nacional de cinco juegos, y si es imposible jugar más a nivel de país, habrá que buscar variantes en cada territorio, que vayan desde la clase de Educación Física hasta la multiplicación de los torneos municipales y provinciales.
En opinión del exreceptor industrialista Frank Camilo Morejón, los peloteros juveniles de casa necesitan mantenerse jugando y adquirir o recibir un volumen significativo de innings, lances, turnos al bate, innings jugados a la defensa o innings lanzados. «Existe un mecanismo de desarrollo diseñado para los jugadores juveniles. En el mundo, en esas categorías, los atletas efectúan entre 500 y 600 partidos con 800 y mil turnos al bate como promedio. Habrá que parecerse a eso para recuperar los grandes resultados», explicó.
Los peloteros cubanos regresarán al escenario mundial en la categoría Sub-18 el próximo año, y el trabajo tendrá que ser intenso para lograr un buen resultado; máxime cuando solo cinco atletas integrantes del conjunto que ahora logró la clasificación podrán repetir en 2025. La última vez que subimos al podio de premiaciones en estas lides fue con el título del año 2006.


                        
                        
                        
                    














COMENTAR
Responder comentario