A poco más de diez días para que comience la andadura cubana en los Juegos Olímpicos de París, en todo el suelo patrio niños, adolescentes y jóvenes fueron también más rápidos, más altos, más fuertes y unidos.
Durante dos semanas, más de 35 deportes, con sedes en todas las provincias, encontraron la entrega sin límite de los más pequeños. Fueron los Juegos Escolares en su edición 60 convertidas en una verdadera fiesta del futuro, porque en ellos, desde su apertura, en el lejano 1963, se ha formado y se consolida la potencia deportiva que se empinó en este pedazo de Caribe.
Ante un público que muchos conocen, porque en las gradas estuvieron mamá y papá, la novia o el novio, los amiguitos del barrio, o sus compañeros de escuela, aparecieron nuevas marcas; también hubo lesiones que frustraron el deseo de competir, pero no el de participar junto a los suyos.
Con la nostalgia que solo acuña el paso del tiempo, las tribunas acogieron a varias glorias deportivas. El mismo primer día, el pionero del medallero olímpico del deporte revolucionario, Enrique Figuerola, subcampeón olímpico de los cien metros del atletismo, en Tokio-1964, estuvo con el porvenir del deporte cubano.
La Habana, Santiago de Cuba y Cienfuegos fueron las provincias más destacadas, pues encabezaron la tabla de posiciones por puntos, que es el criterio para la ubicación de las delegaciones.
En 11 de los 36 deportes convocados, la comitiva capitalina logró el primer lugar, botín que le dio ese sitial de honor, aun cuando la santiaguera y, sobre todo, la cienfueguera, tuvieron un extraordinario rendimiento. Los de la Ciudad Héroe ganaron dos disciplinas, justamente en las que Cuba posee más preseas en lides olímpicas y mundiales, el boxeo y el atletismo; y Cienfuegos se tituló en cuatro: bádminton, esgrima, gimnasia artística y tiro con arco.
Sobresale la delegación de la Perla del Sur, pues se trata de uno de los territorios más pequeños, pero gigante con sus deportistas escolares. Su tercer lugar general se sustentó, además, en cinco segundos lugares y tres terceros.
La ventaja de 487 puntos por 460 que la separó de la escuadra santiaguera está en que los indómitos alcanzaron un puesto entre los ocho de vanguardia en 31 deportes, pero los cienfuegueros no se quedaron muy atrás, al encontrar espacio en ese rango en 25 disciplinas.
Fueron los pequeñines los que iniciaron este verano deportivo, a lo cubano, que nos mantiene en vilo con los play off de la pelota, y que se aprestan a vivir, juntos, las emociones de la Mayor de las Antillas en París-2024.
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