pinar del río.–Se llaman María Eduarda y Erika Lis, ganadoras de medallas de oro en el judo de los Juegos Escolares Nacionales. Las dos viven en Artemisa y son promesas de este deporte que tanta gloria le ha dado a Cuba.
Antes de imponerse en los 40 kilogramos, María Eduarda Alfonso Izquierdo ya había sido campeona nacional, y en dos oportunidades se había coronado como titular panamericana.
Erika Lis Morejón Montesino (44 kg) tenía una medalla de bronce en los pasados Juegos Escolares, y recientemente se había convertido en monarca panamericana.
Comenzaron a practicar desde los siete años. «A mí me llevó mi papá, una tarde, a ver los entrenamientos; me gustó mucho y me quedé», recuerda María Eduarda, y Erika cuenta que «yo sola me metí en esto. Iba pasando por el área especial, entré, y enseguida supe que era lo que quería ser».
A los 14 años, ambas sueñan en grande, con el título olímpico, para emular con Driulis González o Idalis Ortiz. Pero saben que el camino es largo y exige mucha dedicación. Por ahora, disfrutan de su reinado.
María Eduarda asegura que «entrené muy duro y me sacrifiqué. Y cuando eso pasa, las competencias se me hacen fáciles», y Erika dice que «ganar y recibir una medalla es algo emocionante».
Historias parecidas, de vocación y de entrega, afloran en el tatami de los Juegos Escolares, en Pinar del Río. Algunas con final feliz, otras con matices de heroísmo, como la de Darina Zamora Leonard (Artemisa, 48 kg), que decidió competir, a pesar de una lesión en un brazo, y ahora celebra con orgullo su medalla de bronce.
«Los médicos me hicieron una placa y dijeron que no tenía problemas, así que pedí que me dejaran participar. El brazo me duele un poco, pero me dolería más ver a todo el mundo con su medalla y yo sin haber alcanzado la mía».
Así se vive la Olimpiada de los escolares cubanos.

















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