Hoy serán abanderadas las delegaciones, olímpicas y paralímpicas cubanas que participarán en los Juegos de París, a los cuales la pequeña isla caribeña va por otra proeza, entre lo que más vale y brilla del deporte mundial.
Ya se definió el número de atletas que competirá en la primera de esas reuniones multideportivas, la de los Juegos de la XXXIII Olimpiada. Serán, en definitiva, 62 atletas, ocho menos que en la edición precedente de Tokio-2020. Sin embargo, el propósito de la Mayor de las Antillas es el mismo que entonces, finalizar entre los primeros 20 del medallero de la magna cita.
Para la justa parisina, calificada como el reto más grande de su movimiento deportivo, la comitiva olímpica incluye representación en 16 deportes, lo cual muestra que, a pesar de todas las dificultades que vive la Isla, su desarrollo en el deporte abarca una gran diversidad.
Atletismo, boxeo, lucha, judo, tiro deportivo, canotaje, tenis de mesa, clavados, natación, remo, taekwondo, voleibol de playa, tiro con arco, ciclismo, pentatlón moderno y levantamiento de pesas serán las disciplinas en las que los cubanos lidiarán en los Juegos, que comenzarán el 26 de julio.
Serán los de campo y pista los más representados en la Ciudad Luz, con 19 atletas. También con dos dígitos está la legación de los luchadores, con diez. Ambas modalidades son las de mayor cantidad de efectivos, seguidas por la de boxeo, que contará con cinco púgiles, y las del judo y el tiro deportivo, las dos con cuatro integrantes.
Con tres estarán el canotaje y el tenis de mesa, y con dos el clavados, la natación, el remo, el taekwondo y el voleibol de playa. El tiro con arco, el ciclismo, el pentatlón moderno y el levantamiento de pesas tendrán a un solo competidor.
Las mayores posibilidades de Cuba para alcanzar su elevada cota en la veintena vanguardista están en el boxeo, la lucha, el canotaje y el atletismo, también en el tiro deportivo, y no debe descartarse el taekwondo, ni a ningún otro miembro de esta delegación. Aunque pequeño, este grupo de deportistas tiene el calibre que le da la historia recorrida en los Juegos Olímpicos, y la impronta que le aporta el hecho de haber llegado a esta fiesta, algo cada vez más engorroso para las naciones y economías más pequeñas.
Cuando Hugo Franco dispare sus primeras flechas en el torneo de arquería, justamente dos días antes de la apertura, el día 24, habrá comenzado la carrera de Cuba en París, para llegar a una meta ambiciosa, pero posible.
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