Vegueros a la semifinal, Industriales y Tigres fuerzan séptimo juego

Ya tenemos un semifinalista, el líder de la temporada, el que no perdió ninguna subserie. Pinar del Río ya espera rival, en una jornada en que la pelota nos llenó de emociones. Primero fueron los vueltabajeros, exigidos por un combativo Sancti Spíritus, y después los avileños empatándoles el play off a tres a los campeones nacionales. Como si fuera poco, el epílogo de la noche, con el clásico Industriales-Santiago de Cuba, le subió la bilirrubina a la Isla.

Qué regalo de verano el de ayer. La pelota nos ha llevado a un séptimo juego en dos de los play off de cuartos, uno de ellos el de los Leones viniendo de abajo, con tres derrotas; qué hermoso espectáculo el del Guillermón Moncada y el de su gente, también el de los Azules.

Clave en ese partido, el relevo de Yandi Molina frente a 11 oponentes, sin jits y solo un boleto; el doble robo capitalino abriendo el décimo. Del otro lado, los hilos pasaron por la deficiente defensa que terminó por costarle el juego a los de casa, y hay que quitarse el sombrero, la gorra, para tributarle todo el respeto a Alberto Bisset, perdedor del choque, porque la pelota no siempre es justa.

Por otro lado, Industriales, que remolcó el marcador, nunca estuvo con los brazos caídos, hasta que logró empatar a cuatro, y ahora tiene la posibilidad de convertirse en el primer equipo que remonta un 0-3. Ya el pasado año, en semifinales, estos equipos dieron un 4-3, y en aquel momento, los de la capital se llevaron el éxito

En Pinar de Río, dos jits y un error se combinaron para dos anotaciones anfitrionas en el quinto episodio, y con ellas se abrieron las puertas de la semifinal para los Vegueros, quienes contaron con una milimétrica conducción de su cuerpo de lanzadores. En total, seis brazos le trabajaron a los Gallos, después de la tempranera salida de su abridor, Vladimir Baños.

Al bate, Luis Pablo Acosta comando la ofensiva más temible de la campaña, con dos imparables en tres turnos, incluido jonrón, dos registros e igual cantidad de remolcadas.

Los Leñadores no pudieron emboscar a los Tigres, que contaron con una apertura azarosa, pero que llegó hasta el sexto, de Yankiel Tamayo, quien sacó el out importante en cada inning. Sus temidos adversarios no aprovecharon ni los siete indiscutibles ni los cuatro boletos que otorgó. Su relevo, Yunier Batista, en tres completos, fue inmaculado, solo un incogible, cinco ponches y no boleó a ningún oponente, para merecer la victoria, con escón de ponche en el noveno.

Para mandar al séptimo juego, la mancuerna de la lomita se apoyó en el bate de Rubén Valdés, quien, con jonrón de dos carreras en el octavo, decidió el duelo.