Acudir a torneos que no son de primer nivel, con las segundas o terceras figuras de la selección nacional de boxeo, es una estrategia acertada. Profundiza en el aspecto competitivo de los Domadores, y da descanso a los principales exponentes.
La recién concluida Copa Independencia de Boxeo, en la ciudad dominicana de Santiago de los Caballeros, sirvió como botón de muestra para que el cuerpo de entrenadores valorara a quienes participaron, que forman parte de 40 peleadores que conforman la escuadra de la Mayor de las Antillas.
En ese certamen compitieron las segundas figuras de seis categorías divisionales, y la fórmula rindió saldos positivos, pues todos ellos llegaron al podio (2-2-2).
Por supuesto, enfrentar rivales foráneos tributa a incrementar el nivel del pugilista, y como salieron medallistas, pues comienza una especie de presión ante los titulares de esos pesos; es decir, se vuelve más competitivo el proceso de formación de un resultado en los más encumbrados escenarios.
Más allá del buen accionar en la Copa Independencia, se tiene que mirar el calendario internacional para escoger, según el nivel del evento, qué boxeadores nos representarán.
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