Los toros contra la caballería, ¿pitcheo o bateo, cuál gana?

Hoy la temporada beisbolera abre las puertas de su tercera semana y desde hace dos los avileños, único conjunto con diez triunfos, no sueltan la punta. Comandan una vanguardia de otros cuatro elencos, entre los cuales Pinar del Río (9-3) es el que más cerca está, a solo un juego, y a dos un trío: Granma, Camagüey e Industriales, con 8-4.

Esa composición de los que acechan, obligatoriamente, tendrá modificaciones tras las subseries que comienzan este martes. Será así porque Alazanes y Toros se van a enfrentar en el bayamés parque Mártires de Barbados, por demás, en el cotejo más atractivo.

Los Toros llegarán a la ciudad Monumento con una credencial vip. Han ganado todos sus juegos desde que perdieron –ante los Tigres– su cuarto desafío en línea, el pasado 13 de marzo. Camagüey es, junto a los líderes, el que mejor lo ha hecho en los últimos diez juegos, con ocho triunfos y dos fracasos.

Un excelente trabajo de su cuerpo de lanzadores tiene a los agramontinos en ese estado de gracia. Desde la lomita, su promedio de carreras limpias por juego, de 3,53, es uno de los tres que están por debajo de cuatro, solo superado por los pinareños, con un 2,79 de otra galaxía, y los Tigres (3,35). Al profundizar en la sabermetría, el whip (indicador que mide cuántos rivales entran en circulación por acciones negativas del lanzador), ningún colectivo tiene mejores parámetros que los agramontinos. En ese renglón, presentan 1,28, no solo el primero de los 16 planteles, sino el único que no llega a 1,30.

Como si fuera poco, solo los camagüeyanos sobrepasan los 70 (74) adversarios ponchados, a 6,22 por juego; son de los serpentineros más controlados de la temporada: 42 boletos, terceros en este aspecto, con 3,53 bases por desafío. La razón por la cual han ganado sus últimos ocho encuentros se redondea en que a ese pitcheo casi no le batean, pues le promedian un anémico 240, solo superados por los pinareños (232).

Pero tan eximio arte de lanzar se expondrá a la más temible ofensiva de la contienda. La caballería es una verdadera acorazada, destructora de cuantos comandos ha visto, hasta ahora. Por supuesto, los Alazanes tendrán también una prueba de fuego ante el certero trabajo camagüeyano en el montículo, y pesando sobre ella esa máxima beisbolera que es una verdad aplastante de que cuando hay pitcheo no hay bateo.

¿A qué se enfrentan los lanzadores de Camagüey?

A un ataque que le mete miedo al mismísimo susto. Ningún equipo pasa de los 320 de average en una Serie que promedia, colectivamente 286, pero los granmenses lo hacen para un sideral 350. ningún conjunto pasa de 40 extrabases, los capitaneados por Alfredo Despaigne tienen 55. Ningún elenco ha podido pegar 15 jonrones, ellos ya van por 20.

En el apartado sabermétrico, ningún plantel tiene más de 440 de porciento de embasado (obp), Granma anda por 441, y el que tiene más cerca, Ciego de Ávila, va por 431. En el slugging, ningún plantel está más allá de los 460, excepto el sobradísimo y estratosférico 568 de los potros salvajes del madero. La combinación de esos parámetros conforma el índice de ops (bateo integral), en el que ninguno de los otros 15 contendientes llega a 900, considerado como bueno. Los Alazanes habitan en el salón de la excelencia de este importante indicador, con 1 009.

Nadie es infalible y tampoco invencible, pero esta es la sugerencia del chef pelota en esta semana. ¿Cuál se impondrá, el de las serpentinas embrujadas o el destripador de TeamMate?