La selección cubana de baloncesto figital se despidió con un partido memorable en los I Juegos del Futuro, que acoge la ciudad rusa de Kazán. En la semifinal, contra Vietnam, Andy Castellanos y Arle Dayán Zaporta no pudieron igualar en los comandos a los jugadores vietnamitas, muy efectivos en tiros largos y en las transiciones rápidas con el balón.
Según el reporte de Jit, el resultado fue abrumador, nada menos que de 7-20, de cara a los siete minutos de juego físico en la cancha ubicada en una de las modernas salas de la Expo de Kazán.
El profesor Julio Altunaga compartió la estrategia con sus alumnos, en clara ventaja por su estatura, pero con una diferencia en el marcador notable para la modalidad de 2x2. En ella, las canastas dentro de la botella valen un punto, y dos desde el perímetro.
Mucho empeño y desgaste implicó la hombrada de igualar la pizarra a 26, a solo segundos del final. El empate obligó a una especie de tanda de penales, pero a tiros libres.
Tres obligatorios por cada bando, alternadamente, y luego tantas rondas como hicieran falta. En esta instancia, Ibraim Torres y Andy lograron sus encestes, mientras los vietnamitas fallaron una vez y quedaron a la suerte del fornido Zaporta. Este asumió la línea de tiro con seguridad, pero su balón pegó frontal al aro y comenzó la muerte súbita.
Siete rondas en total pasaron hasta que Ibraim, efectivo varias veces antes, fallara y concluyera el partido y el sueño de llegar a la final de un evento novedoso, sin antecedentes para los cubanos, y muy exigente.
La final entre vietnamitas y venezolanos sonrió a los primeros, que salieron delante en las computadoras y, después, aguantaron el embate sobre las canchas, incluso marcando desde la distancia en momentos cruciales.
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