Milagro han llamado a la victoria de Costa de Marfil en la Copa Africana de Naciones. El camino de los «Elefantes» en el torneo pareciera una película de suspenso.
Ganar en casa, delante de tu afición, es el sueño de cualquier atleta o equipo y los marfileños lo consiguieron al derrotar 2-1 a Nigeria en el Estadio Alassane Ouattara, en Abiyán la capital.
Los nigerianos abrieron el marcador por intermedio de su capitán William Troost-Ekong al minuto 38. Franck Kessié puso el empate en la pizarra al 62’.
En la recta final, al 81’, Sébastien Haller, delantero del Borussia Dortmund y que regresó hace un año a las canchas tras superar un cáncer, selló el triunfo de los anfitriones y regaló al país su tercera corona en estas lides.
El camino no fue fácil. En la fase de grupos, tras la victoria inicial, los marfileños sumaron dos fracasos, incluido uno contra Nigeria, lo que llevó a la renuncia del DT de la selección, Jean-Louis Gasset, y a la asunción del cargo de Emerse Faé. Pero la matemática conspiró a su favor y avanzaron como uno de los mejores terceros.
En octavos enfrentaron al campeón defensor Senegal, dejándolo fuera en la tanda de penales. Contra Mali, en cuartas, la historia no fue menos tensa. Con un hombre menos desde finales del primer tiempo, igualaron casi al final y remataron en la prórroga.
En semifinales le ganaron a República Democrática del Congo con gol de Haller.

















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