ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Ariel Sánchez buscará seguir agrandando su leyenda. Foto: Juvenal Balán

MATANZAS.–Vino al mundo marcado por el peso de su apellido paterno, y muy pronto le confiarían la difícil misión de mantener vivo el legado de los Sánchez, quizá la más afamada dinastía en la historia del beisbol cubano.

Su padre, Arturo, y cuatro de sus tíos, defendieron los colores de equipos matanceros en series nacionales, y dos de ellos, Wilfredo y Fernando, son leyendas vivas de nuestra pelota.

Ese abolengo ha ejercido una presión constante sobre Ariel Sánchez, además del inconveniente adicional de no contar con un físico aventajado. Aun así, desde que irrumpió en la pelota, a nivel nacional, su propósito era igualar a sus parientes más insignes.

«Voy a esforzarme para ser tan bueno o mejor que mi tío Wilfredo», dijo, más o menos en esos términos, a la prensa local. Muy pocos ponderaron su osadía, y los criticones encontraron más de un defecto en el joven. Aunque, en el fondo ni él mismo debió creérselo.

«Lo dije por el deseo que tenía de ser como ellos. Nunca imaginé llegar hasta aquí, y mucho menos escalar hasta los 2 000 jits».

–¿Algún secreto para mantenerse activo tanto tiempo?

–Se dice fácil, pero para conectar esa cantidad de imparables hace falta jugar siempre como regular, y tener una salud de hierro para no lesionarte. Es la clave. Yo me propuse hacerlo en 18 campañas. Pude llegar antes, de no haberme perdido una serie.

–¿Recibiste algún empujón de la familia, te abrieron el camino?

–He trabajado muy duro. Al inicio, con excepción de mis padres, pocos vieron en mí las posibilidades de triunfar. Ah, y mi abuela, que era capaz de adivinar. Ella aseguró que yo iba a ser pelotero.

«Debo agradecerle a Alfonso Urquiola que, cuando llegó a Matanzas, me dijo: Usted es el primer bate, haga lo que haga. Me dio seguridad, y le saqué provecho. También me fue muy bien cuando estuve a las órdenes de Wilfredo Menéndez. En apenas cinco series llegué a acumular más de 600 incogibles.

«Estimo muchísimo, además, el apoyo de mi esposa. No pocos atletas se han perdido por no contar con una buena compañera».

–¿Alguna influencia determinante de tus tíos?

–Además de los consejos, de ellos aprendí los trucos para ser un buen bateador. Lamentablemente, yo era muy pequeño y no los vi jugar. Algo debí heredar de su calidad.

«Mi ídolo en la pelota es el camagüeyano Luis Ulacia, muy integral y hábil en el cajón de bateo. Curiosamente, su jugador favorito es mi tío Wilfredo».

–¿Recuerdas tu primer jit en Series Nacionales?

–Se lo di al villaclareño Eliecer Montes de Oca, en el estadio de Limonar, de emergente.

–¿Cómo son las relaciones con Arturo, tu padre?

–Excelentes. Por estos días hablamos mucho, un poco sobre la Liga Élite y de mi arribo a los 2 000. Vino junto a sus hermanos al estadio Victoria de Girón para ofrecer apoyo. Es exquisito, aunque sin pelos en la lengua. Siempre me ha insistido en que lo fundamental es la dedicación y la entrega. Se siente orgulloso de mis resultados.

–¿Faltaría mucho para alcanzar a tus tíos?

–Llegar a la cifra de los 2 000, privilegio de un grupo muy selecto de peloteros en Cuba, me acerca al escalón que ocupan Wilfredo y Fernando.

¿Entonces te retiras?

–Espero jugar tres campañas más, y mantener la noble emulación con ellos. En triples ya alcancé a Fernando, con 65, y voy en busca de Wilfredo, que tiene 69. Voy a seguir hasta alcanzarlos y sobrepasarlos en jits. Esa es la meta, después de todo fue por la familia que me hice pelotero. Es parte de la inspiración.

–Dicen que la continuidad de los Sánchez en la pelota está garantizada…

–Mi hijo va a cumplir nueve años, y por lo visto heredó las virtudes de la familia. Prefiere jugar en el cuadro, en el campo corto, es derecho para tirar y batea a las dos manos. Él piensa que ya es del equipo de Matanzas, va con nosotros a todas partes. Hasta me da consejos, y cuando ve que estoy alterado, se para delante de mí y me pide calma. Dice que va a ser mejor que yo. Estoy seguro, a su edad yo no hacía las cosas tan bien como él.

«Eso sí, le recuerdo lo que tantas veces escuché decir a mi padre y a mis tíos: es necesario entrenar fuerte y estar dispuesto a renunciar a muchas cosas agradables. Ese es el talismán de los Sánchez».

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Lázaro Pereira dijo:

1

26 de enero de 2024

08:09:27


Hola! Felicidades por el título, por llegar a los 2000m jit! Y por la excelente entrevista! Fuerte abrazo!