El ruso Albert Batyrgaziev se ratificó como uno de los mejores boxeadores de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), al conquistar este sábado el primer cinturón profesional que otorgará en lo adelante esa entidad.
En los 60 kilogramos, el titular olímpico en Tokio-2020, se impuso, en Dubái, al cubano Lázaro Álvarez, por veredicto unánime de 3-0, tras diez asaltos. Batyrgaziev no pierde desde hace cuatro años.
El ganador se mostró superior en ocho de los diez capítulos, mientras Álvarez logró dominar con amplitud en el tercer y cuarto round, momentos en que conectó sus mejores golpes, particularmente con el swing de izquierda.
Los dos peleadores evidenciaron gran condición física y plantearon un duelo bastante similar, pero en algunos compases resultó aburrido.
La estrategia de los dos fue combatir desde la larga distancia –puntualmente lo hicieron desde la media–, aplicando combinaciones de 1-2 y retrocediendo para evitar el contragolpe del rival.
En el aspecto técnico, Batyrgaziev sacó mejor renta, pues aplicó más eficiencia y trabajó los tres asaltos finales arriba y abajo, con buena capacidad de golpes.
El cubano fue un digno rival, ya que siempre buscó tirar en el momento preciso, cuando el ruso tenía su defensa desprotegida. Sin embargo, le faltaron velocidad y continuidad en su golpeo.
El de Vueltabajo se cuidó, hasta donde pudo, y evitó caer en una pelea que favoreciera el plan marcado por la esquina del ruso. En este punto acertó, pero Batyrgaziev transita por sus mejores años como pugilista, y logró ajustarse a la demanda del combate, con acierto: pegó más y mejor, y sus combinaciones llegaron con claridad al cuerpo del cubano varias veces.
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