Solo Matanzas ha ganado en 15 juegos, en la Liga Élite

Matanzas sigue sin perder en la II Liga Élite, pues ayer consumó su segunda barrida en línea y su octava victoria consecutiva. Su víctima, Industriales, tiene ahora la racha negativa más altisonante, con cuatro fracasos, uno detrás del otro. En tanto, los Gallos ganaron por segunda jornada a la hila, ante Las Tunas, y al cierre santiagueros y artemiseños tenían su cotejo detenido.

Yurisbel Gracial jonroneó por segundo día consecutivo, anotando dos veces y remolcando otras tantas, en un partido en el que tuvo balance de 4-2. También el recién ingresado Dariel Álvarez, proveniente del beisbol rentado estadounidense, logró destacado rendimiento de 3-3, con un doble incluido, en la ofensiva de los Cocodrilos.

Desde la lomita, el alto mando de los rojos vio cómo Joel Mogena le caminó cuatro innings en su apertura, pero se fue sin decisión, la cual recayó en Noelvis Entenza, con un relevo de dos y dos tercios, en el que no le pisaron home, aceptó un jit, ponchó a dos y boleó a un adversario.

Con la victoria, los matanceros se convierten en los primeros con 15 victorias en la lid (han perdido nueve), y con 16 desafíos por jugar a cada conjunto, ya parecen anclados en la fase de play off de la Élite. Mantienen la distancia de dos juegos sobre su más cercano perseguidor, que ahora es uno solo: Sancti Spíritus (13-11), porque la caída en picada en el pantano ha hecho que los Leones fueran a parar al tercer escalón, con 12-12, el mismo indicador que Las Tunas.

Por cierto, en el éxito espirituano sobre los Leñadores, Yanquiel Mauri se subió al montículo no en su rol de relevo para mantener la ventaja, tampoco en función de cerrador. Fue llamado en el segundo capítulo, con hombres en primera y segunda, sin outs, y se mantuvo por seis actos, con una carrera permitida, seis imparables, igual cantidad de ponches y un solo boleto. De las dos últimas escenas se encargó Yanielquis Duardo, para su quinto juego salvado en la lid.

En ese desafío, los bates tuneros estuvieron congelados; solo uno, el de Yunieski Larduet, fue eficaz. Él lo hizo casi todo en el ataque de su equipo, pues de los siete indiscutibles de la novena del Balcón del Oriente cubano, cuatro fueron a su cuenta, y empujó las tres carreras que lograron los rojiverdes.

Al cierre, en un juego que pasó de cinco horas, y terminó pasada las 12 y 30 de la noche, Santiago de Cuba logró imponerse por 11-9, cuando Yoandris Montero tuvo que venir a apagar el fuego en los bates artemiseños, que fabricaron cuatro anotaciones en el noveno, pero se quedaron cortos ante los envíos del salvador. Artemisa (11-13) ahora se separa a cuatro rayas del primero, y sus victimarios se mantienen a seis.