Cuba y Curazao no pudieron cumplir su compromiso en la segunda jornada de la V Copa del Caribe de Beisbol. La lluvia sobre Puerto Rico, sede de la lid, impidió este duelo de invictos en la primera vuelta del torneo.
Carlos Juan Viera había sido designado por el mentor Armando Johnson para la apertura del desafío ante los curazoleños, quienes en su estreno vencieron a los anfitriones.
Aunque no hubo noticias desde el borinquen, sí llegó otra a nivel de la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol (WBSC), organismo que decidió su sede para la Champions League (BCL) de 2024. Nuevamente el ente rector de la pelota en el planeta escogió a México, en este caso al estado de Puebla, para acoger la cita.
La decisión instala, automáticamente, en la justa, al equipo de casa, Pericos de Puebla, mientras que su estadio, los Hermanos Serdán, hace retornar a su grama un evento internacional, después de hospedar el preolímpico de los Juegos de Tokio.
Pese al fallo de la WBSC, esa entidad no ha definido cuántos equipos participarían en esa versión de la BCL, y tampoco ha fijado una fecha de celebración del torneo. Sin embargo, sí ha expresado su intención de incrementar el número de participantes, por lo que el calendario sería más extenso.
También aspira a que haya una representación de cada continente, en consonancia con el crecimiento exponencial de su membresía, pues 210 federaciones nacionales afiliadas es un número para respetar en cualquier organización deportiva internacional.
Lo cierto es que la BCL necesita, si pretende sostenibilidad en el tiempo, de un crecimiento en participación y en calidad, pues el certamen recién finalizado en Mérida, en la casa de Leones de Yucatán, dejó mucho que desear.
A propósito de todo lo que ha hecho la WBSC por internacionalizar el beisbol, no solo en el orden competitivo, sino también en su práctica en cada continente, eventos como el de Mérida y la Copa del Caribe, que ahora se desarrolla en Puerto Rico, también con cuatro escuadras y con un nivel muy bajo, muestran al beisbol con poco poder de convocatoria.
No se trata de reunir a cuatro equipos y establecer un calendario que no aporta al desarrollo del juego, y mucho menos al espectáculo, porque eso daña al deporte. Incluso, hasta el elenco que toma de preparación la justa, como es el caso de Cuba, de cara a los Panamericanos de Santiago de Chile, a solo dos semanas, tampoco le rinde muchos dividendos, por la pobre oposición de los rivales.
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