Ni un Mella impecable y engalanado como nunca antes ni los fuegos artificiales, tampoco los flashes de las cámaras, nada de eso fue más hermoso que el calor del abrazo de un pueblo que salió a las calles a recibir a sus campeones.
Sí, ese mismo pueblo que ya los sabía triunfadores, que nunca dudó de ellos, que acompañó cada hachazo certero con el que trazaron su ascenso a la cúspide de la 62 Serie Nacional de Beisbol.
Fanatismo y pasión desde las gradas, acompañaron el talento y la entrega de un conjunto que convirtió la unidad en su bandera, que supo mover sus fichas con precisión milimétrica, opacando debilidades tras las innegables fortalezas de una ofensiva indetenible, una defensa que cumplió, y un pitcheo que se plantó en la lomita y no regaló absolutamente nada.
Bien lo dijo nuestro Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez en su cuenta de Twitter: «El hacha fue arma mortal para Cocodrilos y Leones. ¡Felicidades Leñadores por su segundo título en Series Nacionales!
«Fueron la “pesadilla oriental” en el mismísimo Latinoamericano. Gracias por el espectáculo a todos los equipos de la postemporada. Con ustedes, Cuba ganó».
Pero más allá de los números, los récords y cada momento brillante sobre el terreno, los Leñadores hicieron mucho más. Dieron muestras de humildad, de respeto por cada contrario, y desde su dirección hasta el último de los hombres en la nómina fue igual de importante para llegar a la ansiada meta.
Es ese modo de hacer, de jugar, lo que les ha hecho merecedores del respeto de tanta gente, de sus contrarios. Es por eso que en esta final, incluso antes, no fueron sus coterráneos los únicos que gritaron por ellos, que vibraron con ellos, que los acompañaron en cada paso del camino.
A fuerza de talento han ganado admiración a lo largo y ancho del país, y a no pocos he escuchado decir en estas últimas horas que oriente todo es hoy campeón de la pelota cubana.
Hace días que Las Tunas está de fiesta, porque la alegría de estos muchachos, la energía depositada en cada jugada supo contagiarnos a todos. Nos han regalado jornadas intensas de emociones, demostrando que el deporte nacional mantiene su lugar, no solo en la preferencia, sino en el corazón de este pueblo.
Tras ese último out en el Latino, se desataron las más disímiles expresiones de orgullo y agradecimiento. Al balcón del oriente lo sacudió el ritmo de la conga recorriendo sus arterias, los aplausos y vítores desde el Mella o la sala de un hogar, para no hablar de las redes, que ya desde hace días se habían dividido en azules y verdirrojos y que ahora están desbordadas de fotos y videos que inmortalizan todo lo vivido en estas jornadas.
Por segunda vez, los Leñadores entran a su tierra con el trofeo del primer lugar en sus manos, y es como si cada tunero y tunera lo llevara también en las suyas.
Muchos fueron los esfuerzos para que el recibimiento fuera igual de inolvidable que esta final que nos han regalado, y así fue, y lo será aun por varios días, porque no hay un rinconcito de Las Tunas donde las personas no quieran abrazar a sus campeones. Gracias, muchachos, por el alegrón, por la fe en la victoria, por la seguridad en sí mismos, porque como diría en estas páginas un colega muy conocedor de la pelota, este equipo se parece a Cuba.


 
                        
                        
                        
                    














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Carlos dijo:
1
16 de agosto de 2023
15:31:51
Rolando dijo:
2
16 de agosto de 2023
22:29:32
karlos v dijo:
3
19 de agosto de 2023
18:36:26
Yoenia Zaldivar Guzmán dijo:
4
21 de agosto de 2023
07:29:44
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