Alejandro Meneses lo hizo todo, o más bien lo volvió a hacer todo, para que los Leñadores de Las Tunas abrieran con victoria el play off semifinal de la 62 Serie Nacional. En seis capítulos, sobre la grama del Julio Antonio Mella, él, nadie más, fue el gran protagonista de la historia.
Se enfrentó a 20 hombres, uno le negoció el boleto y otro le pegó jit, y nada más, los bates matanceros estuvieron literalmente hipnotizados por los lanzamientos de Meneses, quien, sin imprimirle mucha velocidad a sus lanzamientos, logró ponerlos en el lugar más incómodo para los adversarios.
Cuando los de la Atenas de Cuba vinieron a consumir su turno en el séptimo, el llamado inning de la suerte, ya no se encontraron al mismo guerrero en la lomita. Abeisy Pantoja, quien debuta como mentor en esta campaña, pero que ha visto y jugado mucha pelota, mandó al joven Rodolfo Díaz, un muchacho que no había nacido cuando su director debutaba, en 1991 en las contiendas cubanas.
Así lo ha hecho en todo el trayecto el jefe de los Leñadores, y no cambió. En sus salidas, Meneses no pasa del sexto episodio, porque que ha decidido que, tras cumplir su rol de abridor, le toca cerrar el relevista, aun cuando lo trae para tres capítulos. Eso es lo que Díaz ha venido cumpliendo en la temporada, pues cerró el calendario regular con 71 entradas de actuación en 27 salidas (siempre de relevista), a un promedio de 2,6 por cada labor monticular.
Frente a los Cocodrilos su trabajo no fue la excepción, permitió el jonrón de Rubi Silva, y eso fue su única mancha en un expediente de tres actos, con dos ponches, sin bases por bolas, y dos imparables.
Ahora Díaz acumula, en esta 62 Serie Nacional, ante los reptiles diez capítulos, en los cuales le batean para un anémico 229, ha soportado dos limpias, con dos ponches sin boletos, y ha espaciado ocho indiscutibles. Pero a Meneses, en 12 y un tercio solo le han pegado cinco inatrapables, le promedian para menos de 200 (156), le han hecho una limpia, con uno retirado por la vía de los strikes y tres transferencias.
Más destacado aún es su paso por la actual postemporada, con el modo de imbateable activado, pues en estos momentos tiene 12 entradas, aceptando cuatro jits, y aguántense, porque la efectividad es de ¡0,76! carreras limpias por juego de nueve innings, y el Whip (bateadores que se emabasan por acciones negativas del pitcher en cada entrada) es de ¡0,58!
El de tuneros y matanceros para abrir la semifinal fue el clásico juego en el que se cumple, a raja tabla, el axioma de que cuando hay pitcheo no hay bateo, tanto que no fue un partido de grandes niveles ofensivos, y se estaban enfrentando los maderos más calientes de la 62 Serie Nacional.
Al finalizar el desafío, el propio mentor matancero, Armando Ferrer, en declaraciones a la TV Cubana, apuntó no se puede ganar un juego de pelota con solo tres jits, dos de ellos de un mismo bateador y el otro, por dentro del cuadro,
Pero al propio tiempo esto es lo que hace más grandes a estos elencos, envueltos en una final adelantada, porque son capaces de ganar su juego apoyándose en diferentes aristas. Este jueves fue el pitcheo, mañana pudiera ser el despertar de los bateadores.
Por cierto, Pantoja enviará hoy a la loma a un novato, Eliander Bravo, quien la temporada ganó cuatro y perdió dos en 13 aperturas. El muchacho, de 20 años, le tiró a los Cocodrilos el pasado 12 de junio. En aquella ocasión lanzó cinco completos y le pegaron ocho incogibles, le hicieron dos limpias, no ponchó, dio una base y se fue sin decisión. Por Matanzas, la designación es Renner Rivero, mucho más hecho y ya en su séptima campaña, pero fuertemente castigado por los Leñadores el 11 de junio: en cuatro y dos tercios le dieron ocho jits y le anotaron seis limpias.
En cuanto a la pelota TeamMate 190, siguen los comentarios. Lo cierto es que el jonrón de Ruby Silva frente a Rodolfo Díaz paró una sequía de jonrones de una semana, en pleno play off. En el primer partido semifinalista de la contienda vimos algunos bateadores quejándose del bote de la bola, pero cuando se le da como lo hizo Silva, con un swing rápido, pero no grande, y se logra un contacto poderoso hasta la esférica de trapo camina.
Lo más importante es que la Dirección Nacional de Beisbol ha de tomar en cuenta el daño que hace una bola sin esas cualidades, pues se distorsiona, desde la mecánica del bateo hasta el pensamiento táctico del lanzador, lo cual trae como consecuencia falsos indicadores. Pero peor aún, nos puede costar, y caro, en eventos internacionales, entiéndase la Liga de Campeones ya anunciada para el próximo año, y antes los Juegos Panamericanos.
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Julio Antonio Mella |
C |
H |
E |
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MTZ |
000 000 001 |
1 |
3 |
2 |
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LTU |
000 300 10X |
4 |
8 |
1 |
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G: A. Meneses (8-3). P: N. Cruz (8-3). Js: R. Díaz. Jr: R. Silva |
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