La selección nacional de fútbol tendrá una excelente oportunidad de prepararse a un alto nivel, previo a su incursión en la Copa Oro 2023, luego de pautar dos compromisos amistosos internacionales con los equipos de Chile y Uruguay.
Cuba se medirá a dos escuadras de nivel mundial que seguro pondrán sobre la cancha a la mayoría de sus titulares, pues ha trascendido por diferentes medios de prensa de ambas naciones sudamericanas que los juegos contarán con los futbolistas del primer equipo en cada caso.
Lo importante para el conjunto del entrenador Pablo Elier Sánchez será presentar un once con un buen parado táctico, que sea capaz de proponer jugadas colectivas, acompañadas de las correspondientes individualidades. Por supuesto, chilenos y uruguayos son los favoritos, pero la vista de Cuba es hacia la Copa Oro.
De los errores que puedan surgir en el partido, el colectivo técnico trabajará para limarlos en la medida de lo posible, ya que en el máximo certamen de Concacaf los cubanos se cruzarán unos días después con fuertes rivales como Canadá, Guatemala y un tercer oponente por definir, el cual bien pudiera ser Trinidad y Tobago.
Cuba no dispondrá del volante de contención Karel Espino ni del enganche Dayron Reyes, en ambos casos por lesiones. Estas dos ausencias son bajas sensibles dentro del seleccionado. Espino y Reyes han sido titulares inamovibles en los esquemas de Pablo Elier, debido a que se trata de futbolistas con un crecimiento notable dentro del conjunto nacional.
Las opciones para suplirles existen, de ahí que los amistosos permitan a la dirección técnica decantarse por los hombres adecuados para ocupar los puestos vacantes en el mediocampo.
Otras cuestiones de las que se debe sacar provecho en la gira por Sudamérica es definir a los jugadores suplentes, que entrarían de cambio según la demanda de cada partido.
En el ataque Cuba puede encarar la Copa Oro con tres, dos o un solo delantero. Modelar esos planteamientos tácticos en los dos amistosos internacionales es la ocasión perfecta en busca de aumentar la rentabilidad goleadora. La incertidumbre está en si se alineará con un «9» clásico, o con artilleros de movilidad en el área.
Esperemos que los dos choques contra Chile y Uruguay dejen dividendos positivos para Cuba, no solo de cara a la Copa Oro, sino para la Liga de Naciones de Concacaf, prevista para iniciarse en el mes de septiembre.

















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