Ariel Sánchez: «Todo queda en familia»

Matanzas.–Dice Ariel Sánchez que esta ha sido una de sus mejores campañas, todo el tiempo desbordado a la ofensiva y algo más ligero de piernas.

«La verdad es que llevo un buen paso, y espero no aflojar en lo adelante», admitió el de Jovellanos, quien continúa rindiendo un mundo en series nacionales.

Justo a la mitad del torneo marchaba a la cabeza en el casillero de los jits, con un alto promedio ofensivo, y de embasado (OBP).

Se le ve corriendo mejor las bases y con buen desplazamiento en los jardines, lo cual obedece, explica, a su preparación física para fortalecer las extremidades inferiores, además de bajar algo de peso corporal para mejorar la capacidad de reacción y evitar las lesiones, tan recurrentes con el paso de los años, comentó.

Habitualmente «sube de tono» en la medida en que avanza el campeonato, pero en esta ocasión mostró credenciales ofensivas desde el comienzo mismo de la Serie.

Lleva en la sangre un distintivo de familia: el amor por el beisbol. Como a todos los de su estirpe, ¿quién sabe si más?, le gusta la pelota más que ninguna otra cosa. «No tengo la menor idea de lo que voy a hacer cuando llegue la hora del retiro, no sé cómo vivir a partir de ese momento», expresa con cierta añoranza el pelotero, ya con 38 años de edad y 18 temporadas en sus espaldas.

Al igual que sus tíos, de los Sánchez de Jovellanos, nació para jugar pelota. Por lo general, el fogoso jardinero de los Cocodrilos participa en la mayor cantidad de partidos de la Serie. «Nada me hace más feliz que salir al terreno».

Ya arribó a las mil carreras anotadas, le faltan dos dobletes para completar los 300, y 90 inatrapables para llegar a los 2 000. También resalta el número de triples, muy cerca ya de su tío Fernando, y con posibilidades de sobrepasar al hermano de este, Wilfredo.

–Bueno, ¿y qué te dicen tus tíos?

–Fernando, que es a quien más veo, me dijo que siguiera enfocado al máximo y, si al final los superaba a ellos, no pasa nada: todo queda en familia.