Desde el propio inicio de la 62 Serie Nacional se ha comentado mucho sobre las subseries de cinco partidos, con doble programa los segundos días de esos cotejos, lo cual hace que el total de juegos se celebre en cuatro días, cuando hay más de un choque.
Está claro que es un calendario retador, pues en el pitcheo, por ejemplo, ninguno de los 16 conjuntos cuenta con cinco abridores que puedan cumplir su encargo con eficiencia. Esa demanda es difícil de solventar en cualquier pelota del mundo, incluyendo el de las afamadas Grandes Ligas de Estados Unidos.
Entre otras cosas porque, aun cuando se tengan cinco especialistas en apertura, la calidad del primero al quinto varía considerablemente. Esa es la parada más alta de vencer en la actual temporada, pero no la única.
A ella hay que sumarle que esa exigencia es bajo el sol del mediodía, y que cuando hay doble desafío –por fortuna y por la decisión de los organizadores, en subseries alternas–, los jugadores pasan en el terreno más de cinco horas, y muchas veces más, a pesar de que en esas jornadas los encuentros son a siete innings.
Ya esas dos cotas están impactando la campaña, pues los lanzadores son brutalmente castigados. Trece de los conjuntos participantes promedian al bate más de 295 y diez lo hacen por encima de 300. La producción de jits por juegos de una escuadra es casi de 11 (10,84) y la efectividad está en números rojos, rondando las seis carreras limpias por juego, con 5,56. Para colmo, entre boletos y pelotazos, los pitchers embasan a 1 171 hombres, más que los ponches que propinan, los cuales totalizan hoy 1 074.
Pero hay otro requisito del formato que es sumamente trascendente en las aspiraciones de cada agrupación. Los enfrentamientos de cinco partidos obligan, no es que deben, a vencer en al menos tres. La razón es que, en caso de empate, el resultado entre los contendientes puede asegurar un puesto en los play off o la salida de estos.
En la campaña pasada, los cinco juegos ante cada oponente estaban distanciados en el calendario, en lo que se conoce como partidos de ida y vuelta. Se jugaban dos en un terreno y luego, con sustanciales diferencias de días, se completaban los tres restantes. Ese dibujo permitía que, si el equipo que perdió primero pasaba por un mal momento, podía esperar a recuperarse y saldar el compromiso a su favor cuando se volvieran a ver las caras.
Ahora no es así. Se han desarrollado ya tres subseries, y los desenlaces ya comienzan a pesar en las aspiraciones. Solo dos planteles no han perdido en esos duelos: Leñadores de Las Tunas, actual líder de la contienda, y Cocodrilos de Matanzas.
Los tuneros doblegaron por 3-2 a los Cazadores de Artemisa; ya vencieron a los avileños, pues faltándoles el compromiso que suspendieron por lluvia, acumulan tres victorias; y superaron a Piratas de las Isla, también por 3-2. Los matanceros pasaron por encima de Camagüey, Granma y Holguín.
Hasta el momento nadie ha barrido (5-0) y los 4-1 son únicamente dos, el de Villa Clara sobre Cienfuegos, y el de Sancti Spíritus frente a Industriales.
Queda camino por andar, pero asegurar la subserie se convierte hoy en la llave de los play off.

















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Lázaro dijo:
1
14 de abril de 2023
09:07:25
Dartacan dijo:
2
14 de abril de 2023
12:12:24
Leandro dijo:
3
14 de abril de 2023
14:41:59
Lázaro Levantate y anda dijo:
4
15 de abril de 2023
00:01:28
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