Todo indica que Neymar, el delantero del PSG de la capital francesa, últimamente no las ha tenido todas consigo. A la par de sus desencuentros recientes con los dueños del equipo de fútbol, el 19 de febrero salió con el tobillo derecho roto en partido contra el Lille, que requerirá de una intervención quirúrgica.
A sus 31 años, el famoso brasileño ha presentado lesiones en nueve oportunidades en los ligamentos y huesos de sus tobillos, desde el 2014 a la fecha. Será operado en Doha, Catar, con la esperanza de resolver lo que parece una dolencia crónica, localizada también en los dedos de los pies.
Según un comunicado oficial de la dirección del plantel, "tras su última torcedura, el equipo médico del PSG ha recomendado, en conjunto, una operación de reparación ligamentosa, a fin de evitar riesgos mayores de reincidencia. El regreso del jugador a los entrenamientos colectivos se prevé en un plazo de entre tres y cuatro meses".
En 2018, la fractura de un metatarso le impidió disputar la vuelta de los octavos de final con el Madrid. En 2019, la fractura del mismo metatarso le apartó de la ida y la vuelta de los octavos contra el United. En 2022, una lesión de tobillo le limitó para disputar la vuelta de los octavos de final contra el Madrid. En las tres ocasiones el PSG fue eliminado de la competición, señala la nota de la selección francesa.
A esta realidad que vive el deportista, se une el reciente desacuerdo con los directivos de la selección, quienes expresaron estar cansados de las Indisciplinas del brasileño, por lo que anunciaron pretender ponerlo en venta en el próximo verano. Ante tal planteamiento, Neymar --que accedió en 2017 del Barcelona al PSG por 222 millones de euros, récord pagado por una transacción— aseguró que su contrato con la escuadra gala está firmado hasta el 2025.
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