La barrera de los 23 metros en la impulsión de la bala solo ha sido superada en la historia por cuatro hombres: el alemán Ulf Timmermann (23,06), y los estadounidenses Joe Kovacs (23,23), Randy Barnes (23,12) y Ryan Crouser.
Crouser, vigente campeón mundial y olímpico y recordista del orbe, con 23,37 metros libre en las pruebas olímpicas de su país, en Eugene, en junio de 2021, quería innovar en una nueva técnica «diseñada para generar más impulso y aumentar su radio para lograr más poder de rotación, la cual consiste en cambiar su punto de partida a la derecha y agregar un paso adicional al giro», según World Athletics (WA).
Sin embargo, esta no fue necesaria para que en su primer intento en los Juegos Simplot en Pocatello, Idaho, Estados Unidos, Crouser aumentara en un centímetro su récord mundial absoluto, este fin de semana. Su otrora mejor marca bajo techo era de 22,82 m, conseguida en 2021.
El resultado «provino de un comienzo estático, en lugar de su nueva técnica, lo que significa que espera llegar aún más lejos a medida que perfecciona su nuevo estilo de lanzamiento», refiere WA. Esta es la séptima ocasión en que Crouser supera los 23 metros.
Otra estrella del atletismo mundial que brilló el fin de semana fue la neerlandesa Femke Bol, con récord mundial en pista cubierta en los 400 metros, con crono de 49,26 segundos, en el Campeonato de Países Bajos, en Apeldoorn.
Bol corrió en menos de 50 segundos en Metz el pasado 11 de febrero al registrar 49,96, y ahora bajó en 0,7 la marca de Jarmila Kratochvilova (CZE - 49,59) en 1982.
Su mejor resultado al aire libre es de 49,44, en el Campeonato de Europa del año pasado.
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